11:52. Acabo de ojear mi última entrada. Algunas cosas han cambiado en este tiempo. Respecto a lo de sentarme con Ágara ya se me ha pasado. No he vuelto a tener ese pensamiento y creo que después de lo de ayer estará un tiempo sin volver a rondar mi cabeza.
¿La mamá del cole? Lo dejé morir. Es la mejor manera que tengo para explicarlo, perdí el interés y poco a poco se cortó la comunicación. El miércoles siguiente a esa última entrada se ofreció a visitarme, las niñas pasaban la tarde con su madre y yo estaba sufriendo una pequeña reacción a la segunda dosis de la vacuna Covid. Amablemente decliné su ofrecimiento y nada tenía que ver con mi cuadro sintomático. Creo que ella lo entendió perfectamente y nos fuímos desconectando.
Sin más, sin explicaciones ni reproches. Curiosamente el viernes siguiente coincidimos en una actividad para los niños del aula de Aroha y simplemente fuímos dos padres más. Como me dijo Alegría cuando lo hablamos, “En realidad estaba claro que no te gustaba”.
¿Ámbar?…¿Cómo explicarlo? Continuamos hablando durante esa semana, aunque comenzó a ser diferente. Respecto a su última pregunta sobre mi estado emocional fui sincero con ella:
—El detonante ha sido la soledad. Es importante que, aunque en menor grado, vea que todavía tengo mucho que trabajar al respecto. De todas es más valioso lo que me está permitiendo ver sobre mi mismo y como me está revelando razones que dan lógica a algunas de mis decisiones en el pasado cercano […], En esto no te puedo dar más detalles, tengo que terminar de resolverlo. Encauzar mi volatilidad emocional, tener las cosas más claras […].—Eliminando partes que nada tienen que ver con este tema así fue mi respuesta.
No hemos vuelto a hablar al respecto pero esto me deja una cuestión importante a resolverles a ustedes y mi mismo: ¿Qué me ha permitido ver?¿Lo he visto todo?
No son excusas, no son justificaciones,… soy yo. La relación con Ámbar era desequilibrada y no sólo lo he dicho yo. Su enfermedad tuvo que ver en mi decisión para terminarla, esto lo he expresado ya anteriormente pero es cierto a medias. Me explico:
Los últimos días, antes de terminar, ella me había dicho que yo era de las pocas cosas que la sacaban de todo lo que estaba viviendo. Era como un “puerto” de paz de mental para ella. Ahora me he podido dar cuenta: yo estaba colocado en un extremo y ese comentario encendió mis alarmas. Ella me necesitaba y eso me colocaba como cuidador. Lo he expresado muchas veces, lo primero que busco en una pareja es que no me necesite. Ningún extremo es bueno, yo estaba en uno con Ágara y por escapar de ese rol me trasladé al extremo contrario. No fue la única razón, estaría mintiendo si lo afirmase, pero verme como cuidador en mi subconsciente sumó para distanciarme de Ámbar.
En estos momentos me he distanciado de ese extremo. No estoy en el punto medio pero ya no sería un rechazo cerrado de encontrarme en la misma situación. Creo que es lo más valioso que me llevo de este periodo. Sin duda son muchas más cosas pero esta es la destaca.
En las conversaciones con Ámbar repasamos parte de nuestra relación. Como indiqué no sólo yo había visto el desequilibrio en la relación, ella reconoció que se había reprimido muchas veces, no permitiéndose hacer lo que le pedía el cuerpo y no hablo solo de sexo. Dicho por ella, “esa situación hacía que tú dieses mucho más que yo en la relación generando desequilibrio”.
Hablamos también de lo diferentes que habrían sido las cosas de no haberse dado esa situación, si ella hubiese podido ser quien realmente es. No nos arrepentimos de como se dieron las cosas, estuvo bien y así fuimos nosotros en esos momentos. Gracias a todo lo ocurrido y debido a su proceso ella reconocía que ese tipo de cosas no las volvería a permitir en su vida.
(02/07/21 17:33 Whatssap)—[…] Y ahora, si le tengo que poner un nombre a esta conversación yo la llamaría tonteo.—le dije después de conversar sobre todo lo anterior y una vez entramos en detalles de como me habría «mimado»…
—😂 😂 😂 😂 Un poco sí… Pero bueno, no pasa nada, no se lo decimos a nadie y como si no hubiésemos “tonteado”. —fue su respuesta.
Continuamos hablando esos días en los que yo estaba con las niñas. Incluso vimos la posibilidad de vernos el viernes, antes de la actividad del aula que he referido antes. Teníamos el plan de tomar un café y chalar un rato pero no se pudo dar.
El siguiente lunes sí que pudimos encontrarnos. Fue a casa y en ese momento aproveché para explicarle lo que tenía pendiente, mi cambio de verme como un mentor a verla como un igual. Ella lo escuchó con atención, coincidió con partes de mi explicación. Incluso, posteriormente, me indicó que le había agradado escuchar que no la había dejado por dejar de verla atractiva.
—¿Y qué vamos a hacer tú y yo?—le pregunté a bocajarro en ese rato que compartimos.
—¿Qué quieres decir?—me respondió.
—¿Nos vamos a dedicar a tontear o vamos a ir a algo más? Es evidente, a mis ojos al menos, que seguimos manteniendo la misma conexión. Ahora somos personas diferentes, tú has crecido mucho más que yo. Para mi no se trataría de una continuación, hablo de iniciar algo nuevo.—le expliqué.
—Sí, lo veo como tú, es algo nuevo.
Ese momento del 5 de julio es la fecha en la que hemos iniciado algo nuevo.
Todavía esta débil, normal en su proceso de recuperación. Dolorida por estar limitada en movimientos y obligada a dormir casi inmovilizada en una única postura. En nuestras conversaciones me había dicho que uno de sus hermanos la estaba ayudando con masajes. Le pedí que me dejase probar así que allí la tenía casi desnuda de cintura para arriba.
Fue “sólo” un masaje de alivio para su espalda pero tengo que reconocer que cargado de tensión sexual. Debido a la postura, ambos sentados, me tenía que acercar mucho para poder sujetarla por delante y presionar desde atrás. Esta proximidad hacía que mi boca y nariz quedasen muy cerca de su cuerpo. Podía notar como mi respiración la ponía en tensión y erizaba su piel.
Solo un masaje, puede que un tanto erótico, pero nada más. Incluso nos despedimos con un abrazo, sin ningún beso.
Esa semana nos vimos dos veces más. El miércoles, donde le hice otro masaje y donde pudimos comprobar que nuestra conexión sexual se mantenía igual, y el viernes noche que vino a cenar, comenzamos a ver una peli y terminó pasando la noche en casa.
Durante esa velada la invité a acompañarnos con su hija, a las niñas y a mi, a la casa de campo el viernes siguiente, en nuestra noche de peli y pizzas. ¿Ven algún cambio respecto al pasado? Sí, vamos a mezclar a las niñas. Tratándose de ella y de mi esto es una gran diferencia, es ir sin miedo, tal vez una apuesta de futuro,…
El plan es simple y ya está “aprobado” por las tres niñas, mis dos hijas y la suya. Puede que comer juntos, salir de ahí a la casa de campo, tarde de piscina y pasar allí la noche, con la peli y las pizzas de por medio. La verdad es que hasta yo estoy ilusionado.
Continuo el 16/07/21 09:51
Como introduje al inicio de esta entrada se produjo algo con Ágara el miércoles que me ha molestado. Realmente no fue directamente conmigo pero hay cosas que soy incapaz de entender.
Ocurrió cuando traía las niñas de pasar la tarde con ella, sobre las 20:00. Ámbar y yo nos habíamos coordinado para vernos esa tarde y que ella estuviese ya en su casa para esa hora, fue el último día de esta semana que la vi.
Como siempre la niñas tocaron en la puerta y pasaron a casa. En ningún momento vi a Ágara, algo también normal. Sobre las 23:00, Ámbar me comentó que se había cruzado con mis hijas cuando llegaban al barrio. La situación se dio después, mientras ella se encontraba con su hija y familia, en una especie de patio que da para la calle principal y Ágara salía del barrio por ahí:
—[…] luego a la vuelta la mamá de las niñas se paró junto a mi casa y le preguntó a mi hija a dónde iba el viernes. La niña toda contenta le respondió: “A casa de Alba”. A esto ella le dijo: “¿Vas a la casa de campo, a la piscina? Se lo van a pasar súper bien, ya verán…”. Después tiró un beso al aire con la mano y se marchó. 😂 😂 😂
Tengo que aclarar que la relación entre ellas es ninguna. Solo coinciden en la puerta del cole a la hora de recoger a las niñas en las semanas que las niñas están con Ágara.
—😲 😲 😲 🤔 🤔 Que especialita es esta mujer 🤷♂️ 🤷♂️ 🤷♂️—fue mi respuesta, no lo podía entender.
—Un poquito especialita es, la verdad… 😂 😂 😂. Es que estaba toda mi familia en la calle: mis padres, mis tres hermanos, mi hija y yo… e iba con un chico en su coche, imagino que su pareja. El pobre tendrá que flipar 😂 😂 😂 pero bueno cada uno es como es.—continuó ella explicándome la situación.
—Ni idea de con quien iba, yo no la vi. Las niñas tocaron al llegar y entraron. Con la descripción de la escena que me haces flipo. ¿Qué sabrá ella si tú lo habías dicho en casa o a tu niña? Y luego dirigirse a la niña con un tema que ni le va ni le viene… En fin, como dices tú, cada uno es como es y esta es especialita y “metusa” según parece. Como tú no le das “bola” se fue a por la niña 😆 😆.—le dije en tono de broma pero realmente me empezaba a molestar que se hubiese dado esa situación.
—Da igual quien fuese el chico pero el pobre tuvo que flipar 😆 😆 😆 😆. Yo pensé eso, si no se lo hubiese dicho a la niña o a mi familia me habría dejado «con el culo al aire». No pasa nada, todos lo sabían.. no pasó nada malo pero tampoco me sentí cómoda. Con ella las cosas que me pasan suelen ser siempre subrealistas 😆 😆 😆. Cada uno es como es, me ve y le sale la mujer impulsiva y amorosa que lleva dentro. 😆 😆 😆 😆
—[…] Sí, te entiendo. Al principio para mi había mucho subrealismo y mucho mundos de Yupi. Después de que le cortase el rollo un par de veces eso se detuvo y lo gané en tranquilidad. (Evidentemente mi relación con ella es la que es, ninguna, y no tiene ni quiero que condicione la que tú puedas tener con ella.) Pero sí que me he visto reflejado con lo del subrealismo… “¿Pero qué coño…?” Eso me lo pregunté mucho en el pasado. […]—le dije
—Mi relación con ella es inexistente, es la mami de la amiga de mi hija. A ver, no me ha hacho nada pero es que no la conozco, ni somos amigas, ni nada. Tú no condicionas nada. Precisamente esa fue mi pregunta de hoy.. “¿Pero qué coño acaba de pasar??”. Flipamos un poco todos… mi hermana comentó :”joder, si parece tu amiguita del alma”. Lo dijo en tono de broma. Siempre con ella tenga esa sensación de subrealismo puro y duro.
Hablamos un poco más del tema, tal vez más tiempo del necesario. Me molestó la forma de actuar de Ágara, que utilice a la niña para ¿transmitir algo?, que siempre actúe de la misma forma, parapetada tras la presencia de un niño y consciente de que no recibirá ninguna mala reacción por esa razón.
También le dije a Ámbar que me alegraba de que el chico estuviese presente. Le expliqué que tenía la impresión de que después de sus salidas de tono, bien él o bien su hermana la llamaban a capítulo y le hacían ver que había estado fuera de lugar.
Bueno, hasta aquí este episodio.
Yo estoy bien, contento de haber comenzado algo nuevo con Ámbar, algo sin frenos ni límites. No sabemos si llegaremos a alguna parte pero esta vez no estamos con cuidado de sentir. La próxima semana puede que conozca a alguna de sus amigas. Esto último no es importante, nunca nos escondimos, pero evidentemente es un paso más en hacerlo más visible aún.
Lo dejo por aquí, a ver que tal lo pasamos hoy, seguro que muy bien. Hasta dentro de un rato mis amores. Las niñas están en el campus de verano y lo están pasando genial.