31 de Mayo de 2021 – (Parte II)

Cuando se lo envié no sabía si me habría bloqueado, si esperaba respuesta y mucho menos si la recibiría yo. Esta llegó después de que dejase a su hija en el cole:

“Buenos días. Te agradezco que hayas sido sincero. Esto y que me lo dijeras mirándome a los ojos fue lo que me faltó ese domingo.

No sé en que momento pude mandarte señales equivocadas. Lo cierto es que yo había dado vueltas también al asunto de mis sentimientos porque no entendía muy bien como, sintiéndome tan bien contigo, no había llegado a enamorarme. Pero en ningún momento sentí que te estuviera engañando. Estaba porque quería estar, porque me sentía muy bien contigo y porque con el tiempo había posibilidad de enamorarme. También es cierto que hemos tenido una relación peculiar. Nos veíamos poquito y esto también dificulta que mis sentimientos fluyeran.

Evidentemente, como ta dije también, te echo de menos, yo creo que son cosas normales después de haber vivido algo tan intenso.

Mi hija también me nombre a Alba, me cuenta sus planes juntas 🙂 y por mi no habrá problema en que nos veamos, nos visitemos, etc.

Me pasa algo súper raro que no entiendo contigo. Al resto de mis exrelaciones los quiero lejos, no quiero saber nada y menos seguir teniendo contacto. Pero contigo es muy diferente, a ti te quiero en mi vida. Quizás necesitemos un poco de tiempo para recolocar todo esto, pero sí, te quiero en mi vida. Me aportas muchas cosas que no me gustaría perder. Igual ahora la egoísta soy yo…. Jajaja pero estoy siendo sincera.”

Le respondía a los pocos minutos:

—Me alegro mucho de que también estés dispuesta a continuar compartiendo Ámbar. Vamos a darnos un tiempo y poco a poco retomamos. Sabes que si necesitas hablar estoy aquí y yo también lo sé contigo. Como te he dicho te tengo mucho cariño y me encanta tenerte cerca 😘.

—O.K. Así lo haremos. Sé que estás ahí y sabes que estoy aquí. El cariño es mútuo [Mi Nombre, a partir de ahora An]. Que tengas buena mañana. 🙂 😘

—Igualmente Ámbar 🙂 😘

La verdad es que me sentí muy bien después de esa conversación. Era y es agradable saber que continua formando parte de mi vida.

La continúo viendo como la relación más sana que he mantenido hasta la fecha aunque tengo que hacer varios matices al respecto. Lo pude expresar durante la cena con mi igual, con Alegría.

Había quedado con ella para el miércoles, cena en un local de comida étnica que ninguno conocía. Antes de ir al restaurante compartimos en una terraza durante un rato.

La relación era desequilibrada. Ella aprendió mucho conmigo. La Ámbar del final había crecido mucho respecto a la del inicio sobre sus inseguridades, forma de ver algunas cosas, autoconocimiento,… Yo no tenía eso, no al mismo nivel.—el dije.

También reconocí algo que no me gusta menos pero así soy yo, superficialial. Ámbar tiene muchas cosas que me gustan físicamente: pecho generoso, caderas anchas, no muy alta, pies bonitos, no es fea,… No, no lo es pero en las fotos que me enviaba o publicaba en sus redes utilizaba filtros que la estilizaban, demasiado a mi gusto. Se la reconocía pero no realmente no era ella. Se trata de algo menor pero de lo que yo me daba cuenta. Soy superficial.

(Lo dejo por aquí, mañana continuaré)

Buenas noches mis amores.

04/06/21 00:21

El otro carro de mi montaña rusa tiene nombre y apellidos. Asunta, aquella que es incapaz de cerrar un plan con más de 10 minutos de antelación. Esto, con lo que me gusta a mi la incertidumbre es como darme una patada en la cara.

Hablé con ella en varias ocasiones al respecto de quedar, conocernos, divertirnos, tal vez tener sexo,.. La realidad es que su necesidad de no tener nada cerrado y nuestras agendas, que no lo ponían fácil, no auguraban nada bueno. Genial para mi que echaba de menos el acompañamiento que Ámbar me daba.

Evidentemente entendía que ese problema era mío y nada le podía reclamar. También que esa había sido mi decisión con Ámbar al tener claro que no era ahí. Por despecho con Asunta, ya que no tendría otro nombre, no iba a ser un tóxico en la vida de Ámbar.

El domingo 23 vimos que existía una posibilidad de vernos el siguiente martes por la noche. Ella me lo podría confirmar durante la mañana del lunes. Ese lunes hablamos varias veces, puras tonterías, pero nada a ese respecto, yo no quise presionar. Todas las veces que contactamos partió de mi el iniciar la conversación. Me dije a mi mismo que probablemente no le habían confirmado pero el martes debería de ser ella la que contactase si así lo quería.

Ese martes solo recibí silencio. ¡Súper para mi que echaba de menos atención!. No me sentía bien, puede que estuviese hasta enfadado. Sobre las 21:00 me metí en la ducha con la intensión de raparme, durante ese rato ella escribió 2 veces:

(21:21) —Sigue en pie???

(21:57)—Nada… aún no he llegado a casa… esto no se considera una plantada 🤷‍♀️ 🤦‍♀️

Al salir de la ducha y leerlos me enfadé, no lo entendía.

—¿De qué va esta tía?¿No tenía todo el día para avisarme?—pensé.

Sabía que tenía clases durante la tarde, de un curso que estaba realizando. ¿No podía haberme avisado antes de entrar en las clases?. De verdad que no lo entendía.

No sabía si quería verla. “Yo no estoy a espensas de nadie. O soy prioridad o prefiero no ser nada. No acabo de salir de una relación de puta madre para meterme en una mierda”. Todo eso pasó por mi cabeza.

(22:10)—Igual se te olvidó avisarme que al final podías….—fue mi única respuesta.

Lo leyó 10 minutos después pero no respondió. Yo no salía de mi asombro al respecto de su actitud. Un rato después me dije que probase y por lo menos eliminase todas las dudas. Me recriminé ceder pero ese también soy yo con ella.

(22:40)—Avisa cuando llegues— le envié pero este mensaje no lo leyó hasta el día siguiente.

Esa noche me fui a dormir tranquilo. Decidí no darle más vueltas al asunto, yo ya sabía donde me estaba metiendo por lo que tocaba pagar. La cosa es que esta vez no estaba por asumir el precio que ella parecía pedir.

Al día siguiente volví a iniciar una conversación con ella. Tenía la impresión de que podía pensar que me había plantado o que yo la había plantado. Aclaramos que no, ella reconoció que no habíamos quedado.

De verdad quería probar, le volví a pasar mi agenda para intentar cerrar un rato…

—Uff mi semana ya se complica 🤦‍♀️ 🤦‍♀️ 😪—respondió.

—Pues no podrá ser. Por lo menos lo intenté 🤷 🤷—le contesté.

Estaba cansado. “¿No te gusta hacer planes o no los quieres hacer conmigo?” me preguntaba. Ya no me servía ni justificarla con que estaba asustada o similar.

Esa noche había quedado con Alegría. Nos pusimos al día, ella no tendía porque le aguantaba tanto. Ya me había avisado que si anteriormente no me había dedicado atención durante tanto tiempo probablemente no lo hiciera ahora.

Le expliqué que yo no era el mismo de hacía una año. Que si ella no quería yo pasaría a otra historia y listo. La función de volver a probarlo era saber si sí o si no para poder continuar, en un sentido u otro. Parecía que el camino ya se estaba aclarando.

Además en esta ocasión no me estaba “limitando” a ella. Le conté a Alegría que me apetecía conocer a la madre de una compañera de Aroha y probablemente el lunes la invitaría a tomar un café y ya veríamos que tal.

Disfrutamos de un buen rato, corto como siempre.

De Asunta no supe nada más hasta el día 28. En mis estados compartí una foto, en casa, con una copa de vino y rápidamente recibí su réplica. Se encontraba en una especie de asadero/chuletada (no sé con que nombre pueden conocerlo ustedes). Disfruta, fue mi respuesta a esa foto. Estaba despechado y  lo daba por finalizado.

Tanto es así que no había esperado al lunes para hablar con esa madre a la que me he referido antes. Esa misma tarde había iniciado una conversación con ella y ya le había hecho la invitación. Coincidió en que sí que debíamos de tomarnos ese café. Esa noche hablamos mucho, hasta pasadas las 4 de la madrugada. Es una mujer interesante pero reconozco que sería muy complicado. Tiene la custodia completa de su hija y es le permite de disponer tan solo de 4 días “libres” al mes. Aún así yo sólo la contemplaba para tener sexo por lo que ¿Por qué no conocerla?. Concretamos que buscaría un par de horas la siguiente semana, durante las tardes en que mis hijas estarían con su madre.

Ya había llegado el sábado y mi intensión era pasar el día en casa pintando. Estaba choff: mis expectativas fallidas con Asunta, la ausencia de Ámbar, mi soledad… no sé la razón exacta pero estaba choff. No quería estar solo por lo que me fui a comer a con mi familia para ver a alguien ese día.

Continúe con las paredes de mi casa durante la tarde. Mientras pintaba le daba vueltas a la cabeza a lo ocurrido con Asunta. No lo entendía. Después de todo lo que habíamos hablado, de su palabras diciéndome que se arrepentía mucho de no haber hecho más hacía un año, su alegría el día antes de su cumpleaños,….

Me llegó un mensaje suyo casi a las 21:00.

 

Fin Parte II

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