10:27. Días extraños con un poco de todo. En España hemos disfrutado del puente de inicio de diciembre. En nuestro caso recogiditos ya que Alba había comenzado con febrícula. Después de varios días y una visita a urgencias, para descartar una infección de orina, se ha recuperado sin mayor problema.
Aroha también tubo su “anécdota” médica el martes, recibí un mensaje de su madre indicándome que se la llevaba a urgencias. Sufrió un pequeño accidente con la bicicleta que se ha solventado con una fractura de húmero.
Esa tarde la tenía que recoger, teníamos intención de celebrar el cumpleaños de mi padre. Lo retrasamos hasta que la niña, ya atendida y sin dolor, indicó que quería asistir a la pequeña celebración familiar.
Está bien y acostumbrándose a su nueva situación. Esta tarde volveré a estar con ellas, no tenía planes y ahora ya los descarto. Por la posición de la fractura sólo tiene un cabestrillo por lo que actualmente sus movimientos están muy limitados.
Estuve el fin de semana un tanto distante con Akela, bueno en nuestra tónica de mensajes aunque un poco menos. Les lunes sí pude hablar con ella:
—A ver si encontramos un hueco y hablamos.—le comenté.
—¿De qué quieres hablar?.
Tardé unos segundos en poder responder pero tenía que ser sincero con ella. —No puedo continuar con la relación que tenemos pero me gustaría poder hablarlo directamente. Creo que es lo mínimo que mereces.
—Gracias por tu sinceridad. Tus motivos tendrás. No creo que haga falta decir nada más. Se muy feliz.—fue su respuesta.
—Sí, los tengo y nada tienen que ver contigo. Sinceramente no creo que pueda avanzar más en lo que siento por ti y, por muy bien que lo pase contigo, no valgo para estar en una relación por estar. Lo siento. También te deseo lo mejor.
—Gracias 
—Cuídate mucho. 
Pues de esta forma parece que se cierra este capítulo de mi vida. Me habría gustado hacerlo cara a cara pero no fue posible. No he pensado mucho en este tema estos días. He sido honesto y sincero, sin jugar con ella. Me siento bien al respecto.
A Akela sólo le puedo dar las gracias por lo que hemos vivido en estos meses. He aprendido de ella y en cierta forma lamento que finalizara de esta forma pero así se han dado las cosas.
Respecto a mi “nueva” vecina me he sentido liberado para poder avanzar y quedar con ella. Hemos hablado mucho estas noches, es una gran conversadora. Me recuerda a Alegría en este sentido, aunque reconozco que, en mi impresión, Alegría está por encima en este sentido. Aprendo con ella pero es diferente y me encanta.
En nuestras muchas conversaciones, en las que hemos iniciado un juego parecido al que tenía con Alegría, hemos tratado infinidad de temas con mucha naturalidad y fluidez. Entre ellas nuestras lecturas favoritas y, como no, salió el libro de Garriga. Ya se lo he comprado y probablemente se lo regalaré mañana, hemos quedado durante la mañana.
Como me enseñase Alegría le he escrito una dedicatoria:
“Gracias [su nombre] por tantas noches de juegos y aprendizaje. Un beso.”
Nuestro plan inicial para mañana era un café después de que dejase a su hija en el cole, lugar donde yo la recogería. No sabía muy bien a donde llevarla hasta este lunes que salí a correr para reconocer antiguas rutas de entrenamiento que tenía. En esa ocasión llegué hasta una zona de senderismo muy conocida, el Barranco de Azuaje. Este mes lleva mucha agua y está precioso.
La idea es llegar hasta allí en coche y hacer un picnic. No la quería llevar a ciegas por lo que ya conoce el plan y le encanta. Esperaba esa respuesta dadas las conversaciones que hemos tenido y las cosas que me ha dicho que le gustan.
Ya hemos previsto que nos va a saber a poco, el tiempo es limitado ya que trabajo de tarde, y nos planteamos ir a cenar este fin de semana. Bueno, comencemos por ese picnic y ya veremos.
Lo reconozco, me gusta mucho pero no quiero plasmarlo, igual lo incremento y ya sabemos a donde me suele llevar eso.
Lo dejo por aquí. Hasta dentro de un ratito mis amores. Las quiero.
