12:36. Hoy hace una semana que quedé con Alegría, ayer nos despedimos ante la realidad de no poder gestionar lo que cambió hace unos días.
Ha sido una semana intensa con ella, de idas y venidas, pero la realidad se ha terminado imponiendo y probablemente sea lo mejor para ambos.
No estoy seguro de cuantas veces he leído su entrada al respecto de ese viernes, “¿Un beso? No”. Han sido muchas. En estos días me he visto incapaz de volver a estar a su lado de la misma forma que antes, inseguro de poder tener el mismo trato con ella, decidido a no colocar ninguna máscara si quería tener más con ella, sin saber si quería eso con ella y… bandazo va bandazo viene, de un extremo a otro.
Nos alcanzó el jueves y me extrañaba que ni por su lado ni por la mía hubiese surgido hablar de vernos la siguiente semana. Al llegar a casa de mis padres, después del trabajo, me encontré con una nueva entrada en su blog, “Fabrica de sentimientos”. También la he leído unas cuentas veces.
Me costaba reconocer a Alegría en ella. ¿Controlar los sentimientos? ¿Generarlos a placer? No, eso me sonaba a control, control y más control. Algo que se nos da infinitamente bien, donde nos sentimos cómodos pero un lugar al que sin duda ninguno quería regresar.
¿Qué ocurre? Me pregunté. Algo no me cuadra pero dentro de mi conocía la respuesta. Sólo necesitaba confirmarla.
—Tu última entrada… 
Tengo que leerla un par de veces más pero de inicio me chirría.— le escribí nada más leerla por pimera vez.
—Te chirría?? 
—Sip, y bien alto.
—Por??
—Tengo que volver a leerla pero me ha sonado a demasiado control hasta para nosotros (casi alcanzando el nivel autómata). Creo que no nos va bien. No dudo de ser capaz de intentarlo pero mientras no seríamos nosotros mismos, volviendo a estar detrás de una máscara. Creo que tú también lo ves y por eso me chirría tanto.
En ese momento ella no podía hablar y quedó en aclararlo cuando tuviese un hueco. Su respuesta me llegó 30 minutos después:
—Mira [Mi Nombre], desde el viernes he pasado por muchos estado contigo. He intentado dejarlo atrás pero no sales de mi. No tengo máscara, sólo intento no mostrar lo que siento hasta que pueda controlarlo. No quiero influirte y no quiero mentirte, no es fácil. La verdad es que se me escapa de las manos, ahora mismo siento que no podré verte como te veía antes. Puede que esto sea fluir, no controlar, solo padecer lo que uno siente hasta que desaparezca. Intento separar el tú de antes del de ahora para mi pero ya es uno. Pienso en ti de forma romántica. Es lo que hay.
Pues ya tenía la confirmación, ambos habíamos colocado al otro en una esfera diferente a donde estábamos antes. Por desgracia no era la misma, no para mi. Yo no me veo preparado, ahora mismo no, y lo menos que quiero es hacerle daño. Tardé mucho en redactar mi respuesta.
—¿Qué puedo decirte Alegría? Yo también tengo dudas de si podré verte de la misma forma. Por esto te dije que, aunque inicialmente pensé en ello, no estoy dispuesto a aplicar ninguna máscara llegado el caso. Me he sentido culpable porque no saliese como hubieses deseado pero reconozco que en mi estado emocional actual sólo te lo iba a hacer pasar mal. Me alegro de haberte dicho que no, de que tuvieses la fuerza para no besarme o no cambiarte de cama, a eso ya no había podido repetir la respuesta. Lo digo porque a mi me encantó lo que compartimos, lo bonito como tú dijiste. Mi cerebro estuvo travieso una vez te acostaste. Pero para mi no es tan intenso como lo que leo en ti y para colmo sumo la posibilidad de hacerte daño. No te mentiré, corté la comunicación con la chica que hablaba, pero tú sabes que ahí no había nada. Sin embargo continúo hablando con Asunta, no he cerrado eso y es una razón más para no “jugar” contigo. Ahora mismo me veo como un “turista emocional” Alegría. Tal vez deberíamos estar un tiempo guardando las distancias. NO es el mismo momento vital y yo no creo poder darte lo que tú demandas.
Ella me respondió con un audio. También había pensado lo de no vernos y estando ambos de acuerdo ya no había mucho más que añadir.
—Esto es sólo un hasta pronto ¿¿Vale?? 
.—le escribí.
De nuevo respondió con un audio, largo para venir de ella. Me indicaba que no le hacía daño, que incluso le producía rabia los paños calientes que había utilizado en mi respuesta, eso no era yo según ella. Me decía que no estaba segura de si sería un hasta pronto y por último se despedía dándome las gracias por todo lo compartido y alguna cosa más que queda para nosotros.
A ella le habría gustado tratarlo cara a cara pero tal vez no habría sido lo mejor. Por mi parte estoy seguro de que esa fue la mejor forma dado lo que sentíamos.
No fui capaz de responderle, lo dejé en un beso. Sentía que le estaba haciendo daño y nada que le hubiese dicho la podía haber arropado. Tal vez en los próximos días.
Durante esta mañana había estado pasando al blog los días de julio, a partir del 13. Lo vi en ellos, casi todo era Alegría, Alegría y Alegría. Tal vez este era el único destino para nosotros.
No me sentí mal, no tuve esa sensación de perdida. La solté, era lo que ambos necesitábamos dada la situación. La echaré de menos, eso seguro, pero tengo fe de que se trata de un hasta pronto y no de un adiós.
Continúo igual, no siento mal, no tengo miedo a la soledad que afrontaré sin ella y eso me da fuerzas y me dice que es el camino correcto.
