10:18.
“— Vale, tenemos un problema ahora mismo.
—¿Qué problema?
—Tengo muchas ganas de besarte…
—¡¡¡Pues te las guardas!!!”
¡Pánico, no quiero perder a mi mejor amiga!. La pregunta es clara, ¿Pueden dos personas como nosotros ser sólo amigos?.
Ya lo dije en la entrada anterior. Alegría y yo desconectábamos la parte chica/chico entre nosotros. Este viernes la conectamos a 380 vóltios.
Inicialmente habíamos quedado para comer, si mi trabajo lo permitía. Si no, nos veríamos por la tarde. El plan era claro, estar juntos, compartir lo que pudiésemos por la tarde y terminar en casa donde, en principio, dormiría si nos pasábamos con las copas.
Durante la mañana estuve un rato preparando la dedicatoria que le quería poner en el libro que le iba a regalar. Ella lo buscaba hacía tiempo y decidí encontrarlo y dárselo como prerregalo de cumpleaños. La realidad es que también sé perfectamente que regalarle para ese día, aunque sólo será entre ella y yo.
El libro en cuestión, “Tú eres yo”, de Marta Salvat. Ya hacía un par de semanas que lo tenía en casa, esperando el momento adecuado para entregárselo.
Como he indicado, me llevó un rato dar con la dedicatoria que ella merecía y luego escribirla de forma legible:
“¿Existe un espejo en el que al mirarte puedas ver tu interior y no tu exterior en el reflejo? La probabilidad de encontrar algo así es cero.
Tendría que tratarse de algo mágico. Tú eres esa magia Alegría. Gracias por ser.”
Habíamos quedado en el restaurante, uno que me habían recomendado a comienzos de semana. Estaba muy guapa y fue un almuerzo genial. Nuestra conexión de siempre, hablar sin filtros, sin juicios y muy buena comida.
El día no estaba para playa por lo que directos a casa. Queríamos ver dos películas “Come, Ama, Reza” y “Nuestros amantes”, esta última es su favorita. Me la había recomendado durante la cuarentena y le había dicho que la vería con ella. El día había llegado.
En casa comenzamos con un café, fue en ese momento cuando aproveché para entregarle el libro. No esperaba el regalo aunque imagino que, sin desenvolverlo, sabía que era en cuanto lo tuvo en sus manos.
Le encantó, me habría sentido decepcionado de no ser así. Nos abrazamos varias veces.
A continuación mucha conversación sobre como estábamos, nuestros blogs, un chico que le interesaba, mi situación con Asunta,…
Nos pusimos con la primera película, le propuse comenzar por “Come, Reza, Ama”. Sabía que le encantaría, contiene muchas verdades para las personas que están dispuestas a recibirlas/aceptarlas. Ambos las conocemos pero siempre está bien que te las muestren. Palomitas, agua y comentarios sobre lo bueno de algunas frases y situaciones de la película.
Durante la mima Alegría recostó su cabeza sobre mi pecho/estómago. Comencé a acariciar su espalda, hombro, costado,.. No había nada sexual; cariño, ternura y compañía. Nos acariciamos los brazos y terminamos con las manos entrelazadas, con ese gesto tan íntimo que había compartido con Anabel hacía ya tanto tiempo. Eso mismo se los había contado a ella y a su compañera de piso unos 15 días atrás.
No fue la misma sensación que en ese momento pero sí es cierto que mientras la tuve sobre mi me sentía en paz, en casa. Habría pasado la noche así, sin necesidad de más. Como he dicho ternura, cariño, amor,… Sí también pasó la idea de bajar más la mano pero no, con ella no. Continuaba siendo fácil descartar esa idea de mi mente.
No recuerdo si fue por una llamada o porque alguno fue al baño, salimos de esa situación y me dio mucha pena no volver a retomarla.
Finalizada la película nos pusimos a decidir que preparar para cenar, ella quería pasta y a mi me daba lo mismo. Comencé a cocinar y reconozco que me encantó tener para quien cocinar y estar entre “mis calderos”. Hacía mucho que no cocinaba al tenerlo “centralizado” en casa de mis padres, mucho más tiempo que no lo hacía para alguien.
No contaba con muchos ingredientes frescos en casa pero aun así improvisamos una salsa de atún, dátiles y cúrcuma que nos sorprendió a ambos. Mientras estábamos en la cocina hablé con las niñas y comenzamos con los primeros mojitos.
Casualidad o no, mientras estábamos con esos preparativos creo que mi vecina nos vio al bajar sus persianas y al poco rato Anabel contactó por teléfono. Me preguntaba si finalmente había ido a la playa, se lo había comentado durante la mañana. Le respondí que no, que el día no había despejado y nos habíamos quedado en casa viendo una película que teníamos prevista. Esa fue la primera vez que le hablé en plural, no recibí respuesta hasta el día siguiente. Respuesta normal, como siempre sobre el día a día de ese sábado.
Después de la cena comenzamos con la segunda película, Nuestros amantes. Es buenísima y que yo diga eso de una película española es mucho decir.
Al poco rato recibí un mensaje de Asunta; hablamos/tonteamos un poco, incluso le mostré a Alegría un poco de la conversación. Ella me había preguntado al respecto de “los indicios” que le había dicho sobre que Asunta me seguía el juego. Una vez visto el móvil me dijo que sí y que ese contacto se podía deber a que se sintiese amenazada por su presencia en casa. Asunta había dejado su coche aparcado bajo mi casa y puede que se diese cuenta de que no estaba solo. Mi ventana del salón tiene la altura de un bajo alto y pudo escucharnos hablando.
Ahora creo que también Alegría se sentía amenazada por Asunta. Ella me supo leer muy bien y se dio cuenta de que todavía la espero, no como antes pero la espero.
Una vez finalizada la película, ya estábamos con los licores, continuamos hablando y comenzamos a jugar a su juego de preguntas. Puede que fuese después o en medio del juego que ella me dijo:
—Vale, tenemos un problema ahora mismo.
—¿Qué problema?
—Tengo muchas ganas de besarte…
—¡¡Pues te las guardas!!—la atajé.
Fue automático. Pánico, sentí pánico. Me vi liado con ella y perdiéndolo todo. No quería, no podía, en este momento no.
—Joder Alegría, algunos comentarios te los deberías de guardar.—le dije unos segundos después, la cabeza me iba a mil.
Le expliqué que lo entendía, que tampoco yo podría habérmelo guardado, que no estaba listo para una relación. Ella intentó decirme que no había hablado de relación, que había sido muy sincera con lo que sentía en ese momento y me pedía lo mismo.
—Alegría creo que no sería capaz de gestionar eso contigo. No me veo capaz de separar una cosa de la otra y prefiero no meter los pies ahí.—para mi el precio era muy alto.
A partir de ahí intentamos continuar con normalidad pero ya nada era igual. Creo que fue cerca de las 3 de la madrugada cuando me pidió que le dijese en que cama de mis hijas dormiría. Se retiró o, mejor dicho, creo que huyó antes de volver a ser sincera.
Me duché y también me fui a la cama. Tardé mucho en lograr conciliar el sueño. Sentía mucha tensión, ahora sí de carácter sexual. Temía y deseaba por partes iguales que se cambiase de cama o hacerlo yo. No sé si para mi habría sido solo sexo. Ninguno se movió de su respectivo dormitorio.
A la mañana siguiente también me vi tentado de ir a su lado pero después de darnos los buenos días comencé a preparar los creps para el desayuno. Ella me abrazó por la espalda al llegar a la cocina, cálido, bonito,….
Pasamos varias horas hablando y comentamos lo ocurrido durante la noche. Le volví a indicar que no me veía capaz de gestionarlo. Nos despedimos con normalidad sobre las 10 de la mañana. Quedamos en un hasta pronto y en mantenernos en contacto.
Sábado de escalada por la mañana y familia por la tarde. También día de rumiar lo ocurrido, las sensaciones vividas, lo que Alegría me había dado durante esas horas.
Lo mismo el domingo pero ya decidido a hablar con ella. No me lo quería guardar, no con ella. Sospechaba que ella estaría igual, 1 cerebro en dos cuerpos.
Al medio día mantuvimos un pequeño contacto en el que le indiqué que estaba con la próxima publicación en el blog y luego leería la que ella había publicado. Durante la tarde le comenté sobre algunas partes de la misma que le recomendaba revisar. Ahí le lancé la “pregunta control”:
—¿Qué tal estás?
—Bien, la verdad, pensando como siempre y tú?
Bromeamos un poco al respecto de mis comentarios a su entrada. Ella me hizo un comentario indicándome que era malo con ella, en tono jocoso y no tan jocoso.
—¿Malo? ¿Cuándo he sido malo contigo? . Siempre con cariño.
— ¿Tú malo conmigo?… mmm… paso palabra.
—Buff está tomando esto un cariz “interesante”.
— Recuerda, 1 cerebro 2 cuerpos.
—Ya lo sé, ya lo sé… ¿Pensando no?—ya no estábamos hablando de nada que no fuésemos nosotros.
—Lamentablemente?? Aun no sé si darle esa calificación (esto va para el blog)—me respondió.
—Lo hablamos vale y vemos que calificación LE DAMOS.
—LE?? Curioso Pensé que era cosa mía…
—LE y en mayúsculas.
Le dije que continuaríamos una vez se durmieran las niñas. Tenía que terminar de preparar las cosas e ir a recogerlas. Pasaremos esta semana en casa de mis padres y tenía pendientes preparar la ropa, etc, etc. Además, Aroha estaba con molestias de oído y tenía que comprar Ibuprofeno. Hoy la verá mi cuñada para evitar ir a urgencias por el tema Covid, la cosa se está poniendo fea de nuevo.
Continúo luego, salgo del trabajo….
23:02. Está resultando un día muy completo el de hoy. Parece que Ágara y yo estamos teniendo diferencias de parecer en algunos aspectos organizativos de las niñas. No me ha gustado su forma de proceder y acabo de tensar la cuerda colocándome en mi sitio y pensando en mi. Esto lo explicaré luego o mañana, creo que esta entrada se va a dividir en 2 para el blog.
Respecto al oído de Aroha a experimentado una gran mejoría. Después de auscultarla se determinó que no era necesario aplicar antibiótico. Por otro lado parece que la paleta que le queda a Alba no aguantará más allá de mañana por lo que, de nuevo, tendremos la visita del ratoncito Pérez.
Bueno continúo donde lo había dejado. Casi a las 00 del lunes (domingo noche), con las niñas por fin dormidas, contacté con Alegría. Fue una conversación larga. Intentaré extraer lo significativo para este diario de la misma:
—Buenas noches. No hace falta preguntar que ocurre. 1 cerebro 2 cuerpos […] Es simple y corrígeme si me equivoco: El viernes ha conectado lo que teníamos desconectado entre nosotros.—Era tontería andar con medias tintas con ella.
—Por lo menos en mi parte sí. Yo no lo hubiese explicado mejor.
—Bueno, fue un esfuerzo estar sólo en la cama. Por la mía también. Pero sigo con el mismo problema, no me veo capaz de manejarlo y lo último que quiero es perderte como amiga.
—Eso ya lo sabía. Sabes?, me tiré toda la tarde jodida… Llevaba así desde que te abracé por el libro, se me conectó algo. Y lo demás era mucho peor… verte cocinar… y bueno todo. Que luego, viendo la peli, me rozaras ya incrementó todo.
—No buscaba despertar nada y sé que lo sabes.
—Lo sé, ojalá hubiese sido querido.
—Lo de la película fue 100% ternura.
—En mi caso fue igual, me hubiese quedado ahí toda la tarde. De por si hubiese dormido contigo sólo haciéndote mimos. Pero bueno, entiendo como estás. Toca aceptarlo y gestionarlo. ¿Sabes lo peor de todo? Que estamos destinados a ser amigos… nuestras vidas no son complementarias.—Yo la leía sin poder decir mucho. Ella continuó.—Estando en tu casa sólo podía pensar que te iba a perder igual. Pasé la jodida noche pensando si decírtelo y bueno, no puede guardármelo. Lo siento. Sé que te he complicado y no debería de haberlo hecho, ya bastante complicada estaba yo como para arrastrarte. . Desgraciadamente a veces soy humana.
—A mi la cabeza no deja de darme vueltas preguntándome si dos personas como nosotros solo pueden ser amigos. Lo que no quiero que ocurra es perderte pero ya sabemos que no es lo que queramos. Mi cabeza me dice que sea por el camino que sea ese será el destino. Es muy complicado.
—No lo sé, yo lo intento, ser tu amiga. Me dijiste que no y puse una barrera.
—Yo también lo intento Alegría pero los dos sabemos a donde nos lleva eso. Por esa razón te dije que deberías haberte guardado el comentario . Lo sé, eso no podemos guardarlo. No te estoy culpando.
—Bueno sólo nos queda separarnos un tiempo. No vernos en privado nunca más y listo. No me siento culpada por ti, sino por mi. Te lo tenía que haber evitado y aún así lo hice por egoísmo.
—No Alegría de haberlo evitado no serías tú y eso no es justo. Te prefiero pura. Además, como tú dices, estamos conectados y ese “¿Cómo estás?” de hoy solo era la pregunta de control para contártelo yo. Eso también sería egoísmo por mi parte según tu razonamiento.
—Tener que dejar de ser yo contigo una vez compensa y de sobra las que sí me permito serlo. Fue egoísmo por mi parte, intuí lo que pasaría y aún así probé suerte.
—Alegría no quiero sólo sexo contigo, jodería lo que tenemos, pero tampoco estoy para una relación, sería yo quién la terminaría jodiendo. Mira que he pensado en que sería genial el comprobar que no somos “compatibles” sexualmente pero ¿Y si sí?.. ¡Ay los y si!. (Pánico).
—¿Crees que sólo te quiero para sexo? Sabes que no (la pregunta era retórica). El sexo, en tu caso, para mi sería la última comprobación antes de abrir la puerta. Tú sabes como te veo.
—Igual que yo a ti, perfecta.
—Exacto. Me permití no pensar en porqué. Podía ser que el tiempo, a modo de agua, apagara el fuego. Dijiste que no, pensé dejarlo correr. Aceptar, adaptarme y seguir.
—Dije que no, sentí miedo. También fue egoísmo, eres la única AMIGA que tengo y no se encuentra alguien como tú todos los días.
—Sé que no estás para una relación y me parece mal que yo haya abierto esto sabiéndolo, de forma egoísta… Me vas a perdonar, tengo que guardarme frases que se me agolpan dentro ahora mismo. Son frases difíciles.
Caí en que era la primera vez que no me mostraba su interior pero la entendía perfectamente, creo que podría haber dicho muchas de esas frases que ella reprimía.
—Lo entiendo. Las leeré, no te preocupes.—Estaba seguro de que las vomitaría en su blog.
—Lo bonito que sería el todo… pero ya está. Cerremos esto.
—No el todo Alegría. Hay algo que me reconcome.
—… el qué?.
—No sé si podría darte lo que te falta por vivir y eso no es justo. También es egoísmo por mi parte.—le dije refiriéndome a su deseo de formar una familia propia y mi deseo de no tener más hijos.
—Lo sé. Es lo único que me separa de ti y creo que gracias a eso podemos estarlo. Tu vida es tuya y tienes que ser egoísta, lo sabes. Pese a quien pese.
—Venga cerrémoslo, que entre la parte analítica y racional. ¿Se trata de un adiós completo hasta dentro de una temporada?
A partir de aquí definimos unos términos de actuación para nuestras quedadas. Lugares públicos en los que corra mucho el aire. Todo lo demás continuaría igual. Creo que ambos sabíamos que iba a ser complicado que todo fuese igual.
También tuvimos un mal entendido por un comentario “cómico” mío. En ocasiones enfrento las situaciones que no me gustan de forma cómica y a veces la cago. No fue acertado pero además ella se sintió juzgada por mi. No fue mi intención y se lo expliqué varias veces. Espero que finalmente me entendiese, lo último que pretendía era hacerle daño con algo que tanto valora en mi. Sé que le dolió, me permitió ver su enfado y en cierta forma una parte de celos.
Hoy hemos hablado. Pensaba dejar un par de días de margen pero le he preguntado que tal estaba y conversamos un poco con mucha normalidad.
También lo ocurrido con Ágara ha tenido sitio en esa charla. He de decir que esto no me ha gustado pero ha sido mi culpa. Con Alegría me había propuesto mantenerla fuera, al margen de este tipo de cosas. Lo consideraba como mancharla y hoy lo he ensuciado en cierta forma.
¿Cómo me encuentro? No voy a metir, lo quiero intentar pero no sé si seré capaz de separar a Alegría de la visión que este puente, que hemos abierto, me ha dado. Dicho de otra forma, no sé si soy capaz de cerrar esa puerta una vez la hemos abierto.
No quiero perderla pero no estoy seguro de si ya lo he hecho. Puede que nos intentemos engañar un tiempo pero ¿seremos capaces de compartir como antes?. No lo sé y en este caso sé perfectamente que ella tiene las mimas dudas que yo. Podemos poner una máscara y continuar pero ya sabemos lo que opino yo de las máscaras. Me duele pensar en esto ahora, ya veremos como avanzamos.
¿Me ha afectado? Sí, por supuesto que sí. Tanto es así que he contactado con la chica con la que hablaba, la que no se quería mostrar, y he sido sincero con ella. Había quedado en que actuaría de esa forma si llegaba el momento:
“Ha entrado alguien en mi vida que me ha desordenado un poco. No teníamos nada y no tengo problema en continuar en contacto contigo pero espero que entiendas que mi mente está en otro lado.”
Me ha agradecido la sinceridad y se ha ofrecido a continuar charlando de vez en cuando. Esto no es lo importante, lo es mi necesidad de cerrar eso y, por otro lado, la forma en la que lo he enfrentado, muy diferente a como habría actuado en el pasado.
¿Qué me ha ocurrido con Ágara? Eso quedará para mañana, además de que seguro tendré sus respuestas mañana.
Fin del tomo 6
P.D. Continúa en el tomo 7, día 11 de agosto.