10:40. ¡¡Un año, ya ha pasado un año!!. Tenía el temor de que el día 1 no fuese un buen día emocionalmente hablando. Recuerdos, sensaciones, tristeza,… Nada de eso, me levanté súper positivo, como en medio de un subidón. A día de hoy continúo en ese estado.
Han sido días bonitos, confinado sí pero no por ello vacíos de alegría o aburridos. Pertenezco a uno de los colectivos que tiene que continuar trabajando durante este periodo de cuarentena. Así lo he estado haciendo mientras no estaba con mis hijas. Tomando, probablemente en el extremo, las medidas de seguridad.
Además de esos momentos de relación con otros adultos de los que dispongo en el trabajo tengo a las niñas en casa y en la distancia a Alegría, cada día más presente. Anabel a veces asoma la cabeza y se ha sumado una amiga de mi hermana.
Antes de la cuarentena teníamos prevista una salida de senderismo en familia. Estaban invitadas dos amigas de mi hermana, esta es una de ellas. Lo único que sabía de ella es que no estaba en un buen momento emocional. El día 1 contactó conmigo y en estos días hemos hablado mucho, mucho, mucho…
Siempre se puede aprender lago de las vivencias del resto de personas. Sin ser el mismo caso me ha permitido ver las cosas, la situación de Ágara, desde otro punto de vista. No la excuso ni la justifico, sigo pensando que fue una gran cobarde y mentirosa pero todo suma para ir entendiendo; desde mi subjetividad como diría la gran Alegría. Amo ese cerebro, esa chica es brutal, fuera de lo común, al menos para mi.
Sí, empiezo a tener periodos en los que prefiero darle la vuelta al móvil y desconectar un rato. Como ahora en mi cumpleaños que multiplica su actividad.
43 años. Un conocido me ha dicho que este sería inolvidable, imagino que por la cuarentena. Todos lo son pero este y el anterior se van a llevar la palma. El de hoy nada tiene que ver con el Estado de Alarma en España o con la reclusión. La diferencia la marca mi estado de ánimo respecto al anterior, eso será lo que lo señale para el resto de mi vida.
El del año pasado fue el segundo día de mis hijas solo con uno de sus padre en casa, yo. Día que ellas querían celebrar y yo lloraba al comprar la tarta que me habían pedido. Lo iba a hacer sólo en casa, con ellas, pero no tenía fuerzas. Me fui a casa de mis padres con las niñas y la tarta. Ahora me rio, también fue el día en el que Ágara se reencontró con su actual pareja y yo pensaba que se le había ido la cabeza. No, no fue un buen día.
Hoy estoy alegre, me siento feliz. No sé si algún día lograré sentirme “completo”, creo que para eso me faltaría tener mis hijas todo el tiempo, pero cada vez me acerco más a ese punto.
Es curioso, ayer Ágara me informó que dada la cuarentena no estaba percibiendo ingresos y tenía dificultades para afrontar su parte de la cuota del cole. Estoy seguro que no será el único caso y eso pone en dificultades la continuidad del centro. Ella ya estaba en los próximos meses y en la búsqueda de un nuevo centro. Cuando me he dado cuenta la estaba situando en el presente e indicándole que dejará de pensar en un futuro que no sabíamos si llegaría. ¡¡Yo, situándola!!.
Ha sido tal mi sorpresa que se lo he enviado a mi hermana. Ella me ha felicitado aunque su lectura no ha sido igual a la mía. Para ella le estaba dando largas y animando a que, antes de contarme nada, se ocupara de solucionar su situación. No fue esa mi intención. Para mi, dada la situación, ella estaba 10 pasos por delante sin haber ni movido las piernas. Lo que le dije fue que diese los primeros pasos y a ver a que futuro la llevaba, hay cosas que no dependen solamente de ella. Según donde estuviésemos llegado el momento ya veríamos la forma de actuar.
En un rato voy a buscar a mis hijas, será mi tarde con ellas y celebraremos el cumple aquí, donde iba a ser si no. El resto de mi familia estará presente mediante videoconferencia.
Buenos días mundo, buenos días vida. Las quiero mis viditas.
