19 de Marzo de 2020 – COVID-19 (II)

El otro día no pude continuar escribiendo. La situación de aislamiento se hace relativamente compleja. Aprovecho para ir realizando los mil y un pendientes que tenía, ya sólo me quedan 993.

Continuaré donde lo dejé el último día…

En el trabajo, por el momento, han aplicado el criterio de Deber Inexcusable. En mi caso, al no tener cole las niñas y estar bajo mi custodia, se traduce en que me quedo en casa con ellas hasta el lunes cuando, teóricamente, vendrá Ágara a buscarlas.

El fin de semana con las niñas ha sido diferente. No nos hemos movido de casa pero ha estado lleno de actividades como siempre: práctica de yoga, jardinería, trabajo escolar, cien en casa, ballet en familia (sí, yo con tutú), etc, etc, etc, etc,….

Mantuve una pequeña conversación con Ágara esos días, no llegó a ser un discusión pero sí fue un poco tensa. Digamos que sus recomendaciones no las tomo bien. El primer día Alba tenía algo de tos y vomitó después del desayuno. Comencé a llevar un registro de temperatura corporal y síntomas de los tres. Lo realizaba unas 2-3 veces al día. Le envié una foto, me pareció lo más práctico en lugar de hacerle un resumen.

—Procura mostrar normalidad. Tranquilidad. Alba está bien? Ha hecho caca?.—fue su respuesta.

—Estoy tranquilo, Alba está bien. Todo controlado..

—Todo no se puede controlar. Pero sí prevenir y mantener su estado de ánimo subido para que no se le bajen las defensas. Que todo esto sea una aventura en plan La vida es bella, a ojos de ellas. Rodéalas de belleza y crea. Trata de mantener la mente ocupada no obsesionada, es complicado con lo que está pasando pero por favor calma.—me respondió.

….¿De verdad?¿Crees que no sé lo que me traigo entre manos?¿Qué no sé lo que tengo que hacer con las niñas? Me di un par de minutos antes de responder.

—Sin malos rollos… Esto me sobra un poco….—le contesté.

Ella me respondió que lo sentía y me reenvió los dos mensajes que yo le envié el pasado jueves, indicándome que era una conversación como la de ese día. Respondí a esos dos mensajes por separado:

  1. Te recomiendo que no tengas mucho contacto con tus padres, son de riesgo.

  2. Ojo que la cosa es mucho más seria de lo que parece.

Textuales, tal y como se los envié. Ella añadió que sólo queríamos el bienestar de tod@s.

—Me da la impresión de que piensas que no sé lo que estoy haciendo o que no tengo ni idea de como hacerlo. Por eso me sobran. Te di unas recomendaciones de seguridad por el bienestar de tu familia dada la información que tengo. Eso que me has enviado lo interpreto de otra forma.—aquí di por finalizada la conversación.

Me indicó que confiaba y que a la vez añadía recomendaciones. Un aporte constructivo como yo había hecho. Que no la malinterpretase.

En fin, no respondía nada más, me sobraba continuar hablando con ella.

El domingo le comenté que me estaba planteando no pasar por ellas las dos tardes de su semana ya que tenía que continuar trabajando y tal vez lo más adecuado era no exponer a las niñas. Su respuesta fue que esa era mi decisión.

Hoy es el Día del Padre en España. Las cosas en el trabajo las estamos haciendo bajo un protocolo de actuación bastante cerrado y con las medidas de protección necesarias. Todo se puede mejorar pero no está mal. Esta tarde pasaré por ellas y compartiremos unas horas en casa.

Estos días he hablado un poco con Anabel y con la chica de sábado anterior. Nada concreto, unos pocos mensajes de ¿Qué tal estás?. Con la que si he hablando es con la otra chica, Alegría. Creo que, en estos días, he llegado a conocerla más de lo que pude conocer a Anabel. Estamos realizando un cuestionario de 115 preguntas que nos llevan a desarrollar temas de lo más variopintos. Con libertad para expresar y “discutir” cualquier punto de vista. Algunos de esos temas los tratamos con mucha profundidad. No nos conocemos físicamente, evidentemente. Sí que nos hemos enviado alguna foto pero nada más. Cuando todo esto termine, si continuamos hablando, quedaremos para un café como poco.

Toda mi familia está bien, mis padres y sobre todo mi abuela permanecen recluidos en casa. Sin contacto con nadie, incluidos nosotros y mis hermanos. Si necesitan algo se lo dejamos en la puerta y ellos lo recogen, siempre con la debida distancia de seguridad y desinfectando todo. Espero que todos salgamos bien de esta.

Lo dejo aquí. Las quiero mis amores. Hasta dentro de unas horas, tras cambio de ropa, ducha, etc, etc, etc,….

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