23:34. Las niñas duermen en mi cama. Alba visitó el sábado los servicios de urgencias por una molestia en uno de sus oídos. Parece que, como con su hermana, tendremos que ser muy cuidadosos para evitar las otitis. Aroha también ha llegado con un tremendo resfriado.
La tarde, primera de mi turno, ha sido buena. Hemos estado entretenidos con varias actividades y juegos. La temperatura de Alba alcanzó muy pronto los 37ºC y en previsión de una noche «movidita» le dije que durmiese en mi cama. Evidentemente donde duermen 2 lo hacen 3 y Aroha se sumó a la invitación. Finalmente la cosa no fue a mayores, aún así las dos descansan en mi cama. No lo voy a negar, no me estoy quejando, para mi ese un regalo.
Las he echado mucho de menos estos días atrás. El viernes compartí la tarde con ellas y asistimos a sus clases de escalada. Ya en ese momento Alba estaba un poco «apagadita» aunque todavía no sabíamos a que se debía exactamente.
Anoche con una escena de Interestellar (2014) se me saltaron las lágrimas, el momento en que su padre se marcha y la niña sale llamándolo a gritos. Hoy, durante la lectura de Aroha, me ha ocurrido lo mismo. Continuamos con los libros de Harry Potter, ya estamos terminando el cuarto. Durante el duelo de Harry con Voldermort los padres de Harry se hacían presentes. Apenas he podido leerlo.
Son como pequeños gatillos que disparan mis emociones. Todavía tengo mucho que sanar, mucho que avanzar.
Estos días atrás han sido curiosos, parece que he despertado el interés en varias mujeres de mi entorno. Sin buscarlo me veo, en uno de los casos, esquivando invitaciones para charlas o tomar café. No es que esto tenga algo malo. Me sorprende, la verdad es que me sorprende.
Con Anabel.. ¿Cómo decirlo?. Estoy desconcertado, no sé donde estamos, no sé que ha ocurrido. Recibí su respuesta a mi último mensaje, del 6 de febrero, el día siguiente. Me explicaba que para enfrentarse a su situación vital había colocado una coraza en todos los sentidos. Entendía que me pudiese parecer diferente a todo lo que, tanto ella como yo, pudiésemos estar «acostumbrados» anteriormente.
En cierta forma yo «me desnude» en la respuesta que le di:
«Yo actué diferente, retiré la coraza y trabajo en profundizar en este yo olvidado. Intento que la coraza no regrese nunca más.
Evidentemente mi relación contigo nada tiene que ver con cualquier cosa que tuviese en el pasado.
Lo reconozco, me ha costado entenderlo, entenderte y entenderme. He tenido dudas sobre si esto era lo que quería, me he dado cuenta de que no sabía vivir sólo (puede que todavía no lo sepa del todo) y ahora me encuentro en este punto donde comienzo a estar en paz.
No es que me haya acomodado a ti. Simplemente he dejado de esperar (de todos), he comprendido el ajustar lo que doy a lo que recibo. Ahora mismo estoy muy cómodo así. Echo de menos a mis hijas pero estoy bien y espero estar cada vez mejor.
Buff, volvemos a los chaparrones dialécticos. 🤦♂️ 🤦♂️ «
Dos días después, durante los que no hablamos, me indicó que no me había escrito ya que quería responderme este mensaje (el mensaje anterior) pero no había encontrado el momento para hacerlo como quería. Yo le respondí que estaba esperando esa respuesta. Ella lo matizó a compartir impresiones…
— Me gusta hablar contigo cuando llegamos a algunos temas respecto a nosotros… o como dices tú a los chaparrones dialécticos. 🤦♀️—completó ella en su respuesta.
Ya por la noche recibí su respuesta:
«Entiendo tu cambio en muchos aspectos y haz realmente lo que te haga feliz y te permita crecer…
Yo, en este tiempo, he estado en un aprendizaje constante. Todas las cosas que han ocurrido en mi vida me han descolocado y no he estado centrada. Me ha quedado grande toda esta situación…
Sólo soy capaz de pensar en el bienestar de mi hijo y el mio propio. Ahora mismo no estoy en situación de tomar decisiones que no tenga que ver con mi vida cotidiana y cada día que pasa me agobia más…
No pretendo que te adaptes a mi ni a mi forma de llevar «esto» desde que nos estamos viendo. Pienso que cada persona tiene que estar a gusto. Igual no soy la persona adecuada para estar en tu vida, pero sí para ser una parte importante de tu círculo…
[…].»
No sé si interpreté mal su mensaje… Con todo lo que ella me había transmitido anteriormente sobre no querer «enredarse» o profundizar demasiado. Pensé que habíamos alcanzado el mismo punto o, más bien, que yo había llegado a su mismo punto. Le respondía unos 30 minutos después:
«Je je. Creo que estamos en esa sintonía. Repito, CREO.
Ambos tenemos nuestra vida y compartimos, cuando podemos y nos apetece, estar juntos.
¿Relación? Tenemos algo, o al menos yo lo veo así ya que sólo lo tengo contigo y no me refiero al sexo únicamente (que para nada determina una relación).
No te asustes, no te considero «mi novia» (que raro se me hace escribirlo pero es la palabra que me vale), no tengo esos sentimientos. Te tengo cariño, me lo paso bien, me permito darte ternura y calidez cuando me lo pide el cuerpo, pero hasta ahí.
Empiezo a encontrarme bien en esta dinámica. ¿Cuánto durará?¿A dónde llegará?¿Llegará a algún sitio? Ni idea, no me preocupa ya que ambos hemos sido sinceros y, como te he dicho, creo que estamos en la misma sintonía.
Vale, yo he dado algún bandazo. Todavía me estoy estabilizando pero siempre he ido de cara.
Ambos hemos decidido estar y ser parte importante en el círculo del otro. Lo importante es continuar siendo sinceros, no tenemos razones para variarlo, y ya veremos […]»
Su respuesta me desconcertó:
«[…]
La vida a veces te pone a prueba, no es que me importe lo que has dicho. Lo asumo pero eso no quiere decir que no me duela, no pasa nada la vida es así… 😘 😘. Buenas noches.»
No la entiendo, de verdad que no. Tardé unos 15 minutos en poder responder:
«Anabel yo necesito ser sincero contigo y este medio no es el mejor para hablar esto.
No quiero hacerte daño, no es y nunca ha sido mi intención.
Tampoco quiero jugar contigo o que tú lo hagas conmigo, pero eso te pido sinceridad y es lo que yo te doy.
Tengo una relación contigo, no eres una folla-amiga. De esas puedo tener muchas pero no las quiero, te elijo a ti.
Pero tengo que ser sincero. Me gustas mucho, me lo paso bien contigo, quiero pasar más tiempo juntos, te tengo mucho cariño, me dolería dejar de verte,… pero no estoy enamorado en este momento.
Todo esto es lo que siento por ti, todo esto es lo que me nace demostrarte y todo esto es lo que desconozco de ti.«
También le dije de llamarla y hablar pero ya no vio esos ni este mensaje hasta el día siguiente.
Durante la mañana de hoy le he enviado un audio en el que le decía que no lo entendía y que teníamos que hablar para aclarar un par de cosas.
Posteriormente hemos intercambiado alguna palabra sobre las dolencias de mis hijas pero nada de todo esto. Quiero pensar que estará esperando para hacerlo cara a cara. Si lo que pretende es huir de ello y continuar «por aquí» no se lo puedo permitir.
Se lo he comentado a Alicia y básicamente me ha dicho: «…ni come ni deja comer. No tiene claro lo que quiere y no creo que pueda darte lo que tú necesitas«. Mi hermana me ha animado a que «el descontrol» entre en mi vida.
Yo continúo sin entenderlo. Después de ser ella la que ha ido poniendo el freno, recolocándome y poniéndome a tierra… En el momento que creo alcanzar «su nivel» en esta relación… ¿Le duele?. ¿Qué me he perdido?. No le quiero dar más vueltas. Como le he dicho a Anabel, en mi último audio, quiero aclararlo y eso sólo se puede hacer hablándolo. Ya veremos si llega ese día.
Una de las Psicólogas recomendad por mi terapeuta me ha dado cita para este jueves. Vamos a ver que tal va.
Hace ya un rato que le he administrado el tratamiento a Alba y ya me toca ir a la cama. Buenas noches mis amores. Las quiero con locura.