11:46. 9 años, hoy es el cumpleaños de Aroha. Mi niñita cumple años y y he comenzado a llorar. Momentos de mierda, días de mierda, estoy muy triste…
No puedo describir el abrazo que me dio esa niña esta mañana. Si me faltan me muero y hoy me faltan. Pensaba que sería diferente al cumpleaños de Alba, por despertarse conmigo, pero me equivocaba. No las veré hasta esta tarde y no dejo de decirme que este planteamiento en los días de cumple no funciona, no es justo,… soy consciente de que nada será justo para mi salvo que estén conmigo.
Los días con las niñas han ido bien. Ligeramente encerrados por los oídos de Aroha, pero muy entretenidos. Antes de ayer con la visita de una compañera del cole y ayer jugando y con los preparativos de la tarta que la niña ha llevado al cole.
También ayer estuvimos recordando las horas previas a su nacimiento y el de su hermana. Esos recuerdos se los relataba con gran cariño. Pude hablar con cariño de su madre.
Hoy las he dejado en el cole con gran alegría, ambas estaban felices. Al llegar a mi coche me he encontrado con el de Ágara estacionado junto al mio. «¿Qué hace aquí?«. No me la encontré, me sorprendió bastante pero me repetí que no era asunto mio y me marche lo más rápido que pude. No quiero verla, no quiero.
He llegado a casa y no tengo ánimos de nada. Me sentía con ganas de sacarlo todo, sólo me he tenido que poner a escribir para lograrlo, ahora no puedo parar. Tristeza y mucha pena, desde luego hoy no es mi día.
Ahora me río, «No [Mi nombre], no es tu día, ni tu año».
Para mejor, esto es para mejor, soy una persona nueva y mejor. Si hablo de mi ex sólo puedo recordar algo que leí hace poco.
«Ella no va a encontrar a nadie mejor que tú, encontrará a alguien mejor para ella.»
Espero que así haya sido, de verdad.
Me encuentro con 3 vidas en 1:
- La vida con mis niñas.
- La vida que intento reconstruir.
- La vida como hombre.
Las 3 son diferentes pero son la misma y soy yo.
Con las niñas todo es maravilloso, tiene que serlo, no permito que sea de otra forma. Tenemos nuestros momentos tensos, mi rol de padre está ahí y no lo olvido.
La vida que intento reconstruir es la que me destroza en estos momentos. Sigo roto y cada vez me cuesta más. Quiero dejar todo esto atrás de una vez. Olvidarlo o lograr reírme de lo ocurrido. Sí, para mejor pero buff…
Como hombre, aquí me siento como mierda ahora mismo, siento que le estoy mintiendo a Anabel y no quiero que salga jodida de mi vida. No hablo de volver con Ágara, si esa opción existiera, ni de nada por el estilo. Me pregunto: ¿Qué puedo ofrecer en mi estado de reconstrucción?. Siento como si estuviera vendiendo algo que no funciona a sabiendas.
Para colmo «subo y bajo» en mi montaña rusa. Esta decepción es la del momento actual, es pasajera y sé que en unas horas será diferente.
Creo que dejo de escribir y escapo a la actividad. No me estoy permitiendo sentir y sé que es un error. No lo retiro, sólo me voy a permitir evitarlo unos minutos. Ahora mismo se me hace demasiado.
13:31. Es curioso, al final no me levanté del sitio. Me puse a responder un e-mail a esa madre de la escuela. Lo había recibido hacia ya casi 1 mes. Hoy también me escribió por el cumpleaños de mi hija.
Pongo su e-mail y mi respuesta:
E-mail recibido el 11 de Octubre de 2019.
«
Hola [Mi nombre]:
Aunque yo misma te dije que nos escribiéramos sin compromiso, con toda la libertad del mundo, te pido disculpas por la demora. Como te decía en otro e-mail, ha habido que adaptarse a otro nuevo ritmo.
[…]
Hablando de hijos e hijas, vuelvo a reiterarte que me llenó el alma el abrazo de Aroha cuando pasé por la escuela hace unos diez días. ¡Tan bella! Me conmovió, la verdad, su abrazo y el de [Nombre alumna del centro], que fue totalmente inesperado
Me sentí tan querida que no me extraña que te sorprendan las dos, Aroha y Alba, que te sientas de alguna manera iluminado, nutrido, arropado incluso –como tú mismo afirmas-, que sean amor y luz para ti… pues sí, lo son.
No me sorprende que te atormentes pensando en el posible sufrimiento suyo… A mí también me dio sentimiento lo que me contabas de Alba, que tenía ganas de llorar y no se quería quedar en la escuela. Va creciendo, [Mi nombre], es una niña pequeña, pero eso no le impide sentir, percibir e intuir… Me hizo pensar en algo que decía una monitora de lactancia que conocí, que los bebés lloran cuando las madres tienen el llanto contenido… En mi opinión, no solo lo hacen los bebés, los niños a veces captan las emociones del padre y de la madre y son capaces de expresarlas, nos hacen ese regalo para que, al consolarlos, nos reconciliemos con nuestras propias emociones. No sé si fue el caso de Alba, pero estoy segura de que tenerla contigo con ese llanto que puedo imaginarme, poder consolarla, sostenerla, te habrá suscitado otras emociones.
Qué afortunado eres por tener precisamente a Aroha y a Alba en tu vida. No creo que sea casualidad. Son muy especiales. Todos los niños y niñas lo son, pero mis queridas Aroha y Alba vienen de un lugar muy luminoso y amoroso.
Ay, [mi nombre], yo diciéndote que lo llevas muy bien y tú con ese proceso tan tormentoso y, en el momento en el que me escribiste, con unas emociones tan fuertes. Ira, rabia. ¿Se te habrá pasado ya? ¿Habrás pasado a otra etapa? ¿O aún los coletazos iracundos y rabiosos carcomen y sacuden tu vida y tu corazón?
Me comentas que han legalizado la situación. Un gran paso realmente que define dónde están y que, de alguna manera, les ampara ante cualquier duda o dificultad.
Hay muchas cosas que me sorprenden. Aún recuerdo mi estado de shock el día que nos comentaste a [Madre del cole] y a mí que se habían separado. Ese día estabas bien. A mí se me empañaron los ojos.
Me recordó un poco al momento en el que empezaron a caer algunas estructuras de mi vida, […]. Con ustedes me pasó lo mismo.
Te noto muy preocupado por los efectos que pueden tener en las niñas su comportamiento… Te entiendo, pero los niños y niñas de hoy en día suelen expresar claramente lo que sienten, piensan y creen. Están más protegidos de lo que uno cree; es más, a veces, no sé cómo, no se enteran de todo, es como si un velo se interpusiera para protegerlos
Me imagino que ella, Ágara, estará pasando su proceso, el que sea, con sus emociones, contradicciones y demás… Si te paras a pensarlo, solo han pasado ¿seis meses? Te parecerá una eternidad, y ahora lo es, pero no es nada si es que eres capaz de separarte de tantas emociones fuertes, duras, dolorosas.
Da igual cómo esté ella, por dónde esté pasando y cómo lo gestiona… Tiene sus recursos.
Tú eres es el que importa. No, sé que no es fácil, que la soledad puede hacerte un daño tremendo, que al mismo tiempo te fortalece y te proporciona la oportunidad de reencontrarte, de mirarte a los ojos, de enfrentarte ante un futuro diferente al proyectado y planeado… la oportunidad de demostrarte que grande eres, y no solo físicamente (ja, ja, ja), sino por dentro, de ir logrando a tu ritmo tu propia libertad, tus propias conquistas.
De todas maneras, lo que percibo, ignorante o ingenuamente, es que lo llevas bien. No te enfades conmigo, por favor, porque me has dicho que tú no lo ves así… Tal vez porque, en primer lugar, todo lo que me cuentas me parece normal; en segundo lugar, siento al «leerte-escucharte» que algo permanece más allá de tu ira, de tu rabia… tal vez ¿el momento en el que estás ahora? ¿o en el que estarás? ¿o es tu propia esencia que se deja entrever escondida en tus palabras? Me inclino a pensar que es tu propia esencia que destila de tus palabras, de tu ser.
[…]
Por el momento solo me queda decirte que eres un ser extraordinario. Todo lo que ocurre a tu alrededor, todas esas emociones incluso, no ocultan lo que realmente eres. Tu luz es importante en el universo. Es única. Es irrepetible. Déjala salir, sí, más aún. En realidad, no tienes que hacer mucho, tan solo hablar con tu esencia y decirle que le permites expresarse, que se sienta libre… Te sorprenderá.
Cuídate mucho, [Mi nombre]. Todo está bien, recuérdalo, y todo se coloca en el momento oportuno.
Y sigo estando aquí.
Un abrazo,
[Su nombre]
P.D.: Un fragmento de «Juan Salvador Gaviota», de Richard Bach:
«Lo que antes había esperado conseguir para toda la Bandada, lo obtuvo ahora para sí mismo; aprendió a volar y no se arrepintió del precio que había pagado. Juan Gaviota descubrió que el aburrimiento y el miedo y la ira, son las razones por las que la vida de una gaviota es tan corta, y al desaparecer aquellas de su pensamiento, tuvo por cierto una vida larga y buena».
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Hola [Su nombre],