01:27. Día curioso el de hoy. Esta semana la escuela de mis hijas ha realizado actividades en paralelo a la semana por el clima. Para hoy se convocó una salida de los alumnos, acompañados por los padres que quisieran, para realizar la limpieza del entorno natural que rodea el cole.
Mis hijas me habían dicho que su madre no sabía si asistiría, yo esperaba que no lo hiciera. Nada más llegar a la escuela, poco antes de la hora señalada, vi su coche estacionado. «Y ahora me tengo que comer a esta tía aquí también» fue lo que pensé. «Esto es lo que hay», pensaba a los pocos minutos.
Me dediqué a ignorarla, se me dio muy bien. En algunos momentos la note muy próxima físicamente pero ampliando la «distancia de seguridad» quedó solucionado. No cruzamos palabra, no cruzamos miradas.
Encontré muy bien a mi hija mayor, me recibió con un gran abrazo, estaba contenta. Durante el recorrido estuvo muy cercana conmigo, también con su madre. No digo que la niña me buscase más, digo que la note más tiempo a mi lado.
Finalizando la jornada la niña se torció un tobillo levemente, eso nos dijo. Después de una pequeña exploración vi que no tenía nada preocupante pero, como decía que le dolía, la cargué sobre mis hombros. Algunos padres se preocuparon por la niña y preguntaron. Uno de ellos, también separado, le preguntó a mi ex. Yo sólo pude escuchar un comentario de su madre, detrás de mi, poco después.
—Está en la última fase [Nombre del padre].
—Sí, Sí, ya…—fue la respuesta de ese padre en un tono de, según yo, «esta conversación me comienza a resultar incómoda, adiós».
Me hizo gracia escuchar esto.
«Sabrás tú por lo que está pasando la niña si no hablas con ella..» Fue lo que pasó por mi cabeza en ese momento.
Al llegar a la escuela, «curiosamente», a mi hija le dolía el otro tobillo. Tanto su madre como yo nos dimos cuenta pero ella se empeñó en afirmar que era ese. Le hice el paripé a la niña de ayudarla a entrar, su madre también hizo de muleta, volver a explorarla y ponerle hielo.
Su madre me dirigió alguna sonrisa por la situación, no se las devolví. Para mi era una llamada de atención de la niña y no me hacía ninguna gracia.
Para la finalización del horario escolar faltaba una hora. Mi ex se despidió de la niña y se marchó. También yo me despedí pero me quedé esperando en el coche. Sentí curiosidad por volver a repasar las etapas del duelo de los niños en estas situaciones.
Leí varios artículos interesantes así como una carta abierta de LuciamiPediatra. Pude ver de nuevo cual sería el ideal de relación entre mi ex y yo por el bien de las niñas, no estamos cerca.
Llegada la hora recogí a las niñas y nos fuímos a por la tarde. Comimos fuera como estaba previsto, un rato a casa, escalada y una quedada con antiguos compañeros del cole. Ha estado muy bien y han terminado rendidas.
Mi hija mayor se ha despertado hace un rato debido a una pesadilla pero no la recuerda. He intentado que se durmiese de nuevo en su cama pero despertaba continuamente. Finalmente la tengo dormida a mi lado mientras escribo en la cama.
He vuelto a repasar las fases del duelo en una ruptura. Dependiendo del autor lo dividen en 5 o 6 etapas. Una de las últimas es la ira o la rabia. Aquí me ha surgido la duda de si en realidad mi ex se refería a mi. De ser así queda etapa, aunque a mi ira se suman las cosas de las niñas. No va a ser fácil que yo recuerde esto «con amor» como propone Garriga.
Esta mañana le relaté a mi hermana las peripecias de estos días, incluyendo la noche de mis hijas en el apartamento de soltera. Le dije que imaginaba que la razón de hacerlo ahora podía ser mi negativa a su petición, «Pues ya hago yo lo que me sale de las narices» (se me ocurre poner estas palabras en su boca). También le dije que se me había pasado por la cabeza que fuese por venganza pero eso lo descarté rápidamente, ella solo piensa en si misma. Mi hermana considera una señal inequívoca que a mi hija se le escapará el pipí en esa primera noche.
Respecto a las etapas del duelo, justo al final dan como señal de finalización el momento en el que se comienza a buscar a otras personas. No estoy buscando pero si que me he abierto. Hoy también he coincidido con la chica de escalada y, aunque sólo nos hemos saludado, no me importaría hablar un buen rato con ella el próximo día.
¿Saliendo del duelo pero con momentos de rabia e ira? ¿Última fase? La no relación con mi ex me va a durar más tiempo. La respuesta a su solicitud continúa siendo no.
Sus razones cada vez me importan menos, no quiero escucharla. No digo que ella quiera explicarme nada, quiero decir que no tengo yo tan claro que esté en esa fase del duelo. Sí, tengo rabia e ira pero no veo que su origen sea exactamente por la ruptura por lo que no me atrevo a meterlo en ese duelo.
En nada medio año, no digo que lo tenga superado pero de ahí a ciertas generalizaciones existe mucha distancia. La falta de comunicación es lo que tiene. Tal vez ella lo está haciendo todo 100% correcto de cara a las niñas y sea yo el que lo ve con un efecto negativo para ellas. Esto ya lo juzgarán las niñas.
Voy a intentar dormir. Buenas noches mis amores.