26 de Septiembre de 2019

23:19. Vuelvo a estar con mis soles. Hoy las he recogido de la escuela. A la primera que he visto ha sido mi hija mayor, se me ha abrazado nada más encontrarme. A continuación me ha dicho que ha llorado en la escuela.

Echaba mucho de menos a mamá pero [Nombre de su tutora] me consoló y ya estuve bien.

La vi bastante tranquila aunque algo apagado. Me dije que a mi mismo que luego hablaría con ella al respecto.

Después de esto llegó mi hija pequeña que nos iluminó con su sonrisa. Ya estaba completo.

Entré para concretar con la tutora de mi hija la hora de la tutoría que le había solicitado. Una vez todo confirmado salimos en dirección a casa.

El plan de comidas estaba claro, mis hijas llevaban días repitiéndome lo que comeríamos, por lo que todo fue muy fluido.

Mi hija mayor no me contó mucho más sobre su llanto en la escuela. Sí lo hizo respecto a la aventura nocturna que había tenido con su madre. Las niñas han dormido por primera vez en el sótano. Casualidad o no, la pequeña, que había dejado el pañal a muy corta edad, se ha orinado en la cama. Nada más que decir.

Ni me ha sorprendido ni me he sentido mal. Son los pasos que ella considera adecuados y no tengo nada que decir. Serán las niñas las que se pronuncien si es que lo tienen que hacer.

Llegada la hora las he dejado en casa de mis padres para poder asistir a la tutoría. La verdad es que ha sido rápida, esperaba un poco más respecto a la orientación con las matemáticas que solicitaba. Hablamos  respecto a lo ocurrido con mi hija durante la mañana. Me comentaba varios aspectos de la edad de la niña hasta que le he dicho que me valía como guía pero no para aplicarlo de forma general o cerrada. Cada uno tiene sus vivencias y a mi hija le ha tocado un proceso de separación. Ha estado de acuerdo conmigo.

Una vez fuera le he enviado un resumen a su madre de lo tratado, aunque nunca la avisé de que había solicitado la tutoría. La niña sí se lo había dicho. También le relaté el episodio de llanto de ese día en la escuela pero que, después de ser consolada y según observación de su tutora y palabras de la niña, había estado bien.

Las niñas se lo han pasado genial con sus abuelos. Al regresar a casa la mayor estaba un poco mustia, creo que temía ponerse a llorar cuando hablase con su madre. Antes de ducharse me ha dicho:

Desde que estamos separados no he hecho otra cosa más que llorar.

Le he recordado todas las cosas divertidas que ha hecho desde ese momento y su semblante cambió . A podido hablar con su madre y con la pareja de esta de forma alegre. Bueno, no sé si él estaba, cuando llamé a las niñas para cenar ellas se despedían de ambos.

Ahora vamos a mi. Estoy tranquilo lo cual ya es bastante. Le he dado vueltas a la solicitud  que me hizo mi ex para cambiar la dirección de empadronamiento de las niñas. Continúo pensando en darme más tiempo antes de que mi decisión sea firme. Hechos como donde duermen las niñas me confirman lo que me imaginaba, además de no gustarme. La respuesta continua, por el momento, siendo no. La única cosa que me chirría es que se trata de un dinero del que disfrutarían mis hijas, eso me gustaría pensar. Esta es sin duda un razón de mucho peso.

En otro orden de cosas ha estado hablando con una amiga de mi hermana. La verdad es que ha estado muy atenta a mis estados en Whatssap respondiendo a los mismos. Hemos entablado algo de relación. En estas conversaciones hemos determinado en que punto emocional está cada uno y por el momento no son «compatibles» pero nos hemos reído hablando, por lo menos yo lo hago.

La amiga de mi vecina también ha contactado hoy. Me gustaría conocerla mejor y se lo he dicho directamente. Soy muy diferente al que era, está claro. Creo que me ve como a un «turista emocional», probablemente está en lo cierto. Por el momento iremos hablando y a mi me parece genial. Puede que no esté preparado para nada, tengo mucho miedo de hacer daño a alguien, incluido a mi mismo.

Por último he estado en contacto con la seguidora del Troglodita. Yo creo que ya somos amigos, es agradable hablar con ella.

¿Para qué todo esto que acabo de escribir? Me encuentro bien y me sorprende. He encontrado algo de paz, no por estas nuevas relaciones. Las relaciones han llegado por mi estado de paz. Creo que comienzo a soltar aunque sea obligándome a no mirar a ese sótano cuando paso con el coche, hoy he logrado un 3 de 4 (75% no esta nada mal).

Mi hermana está pasando un mal momento de salud y estoy preocupado. Antes de ayer la acompañé durante varias horas y estaba bastante decaída. Bueno, no es que me toque a mi apoyar, quiero estar. Te quiero hermana.

Buenas noches mis amores. Que tengan dulces sueños. Soy feliz por tenerlas tan cerca. A mi lado están siempre pero hoy las puedo abrazar.

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