21:26. Estoy tranquilo, no puedo decir que esté contento, tampoco triste. Bueno, contento es tal vez lo que más se acerque para definir mi estado emocional.
Mañana será la primera vez que paso 4 noches separado de mis hijas. No es agradable y se me hace muy cuesta arriba pensar en el próximo mes, comenzaremos con 5 noches. Sé que es un paso necesario para lograr una normalidad, sobre todo unos ciclos estables para las niñas.
El día 6 me separé de ellas, las niñas pasarían 2 de las 4 noches en un área vacacional. Se trataba de una salida en familia ya que también iban sus abuelos maternos, su tía y la pareja de esta. A los pocos días también supe que iba la pareja de mi ex. En realidad no me sorprendió, esa ya no es mi vida.
He estado pensando en un instante concreto del momento en el que las niñas se fueron. Ellas se encontraban ya dentro del coche de su madre, estacionado justo en frente a la puerta de casa. Me encontraba mirando a mis hijas desde la puerta cuando me di cuenta de que su madre permanecía junto a la puerta del conductor, sin entrar en el coche. Cuando la miré nuestros ojos se encontraron. Me estaba mirando y yo se la mantuve. Permanecimos así un momento hasta que ella habló:
—Pues adiós.—quedó esperando alguna respuesta.
—Bueno.—Le respondí un par de segundos después.
No sé si esperaba algo más, no sé ni por qué me estaba mirando. ¿Para qué?. Que no esperé nada de nada, no este momento, no hasta dentro de mucho tiempo.
Se llevó a las niñas y yo sentí rabia. Cada vez que se van siendo una profunda perdida. Entiendo que es lo mejor para ellas, me repito que ahí comienzo mi «tiempo libre», me digo muchas cosas pero ninguna sirve.
Esta es la tercera noche. He ocupado mi tiempo con tareas del hogar, deporte, alguna compra para el cumpleaños de mi hermana, trabajo, el envío del ejercicio a mi terapeuta y echar de menos a mis hijas.
No es momento para buscar una chica, lo tengo claro, pero a veces pienso que me facilitaría las cosas. Luego recuerdo el camino que me he propuesto, recuerdo que ahora mismo sólo puedo repartir daño,… Hoy he visto una cita de «El Principito» que me va como anillo al dedo.
Nó, no puedo actuar de esa forma. Tengo que continuar solo para lograr conocerme a mi mismo. En este momento no me veo capaz de amar a nadie y probablemente sea porque no me amo a mi mismo.
Puede que esto último sea sólo racionalidad, crecimiento o simplemente miedo. No busco pero tampoco me estoy escondiendo, o tal vez sí.
Buenas noches mis amores. Las veré en el primer día de cole. Las quiero con locura mis viditas.