23:37. Cinco meses. Miro al día de ayer y no me entiendo. Le he estado dando muchas vueltas y creo, repito creo, que he logrado tomar una decisión. No quiero seguir hablando de mi ex en este diario. Puedo hablar de como me siento pero ya está bien de que me afecte lo que ella haga.
Lo de ayer me molestó pero, analizándolo fríamente, lo hizo por mis hijas. Sé que no van a estar mal durmiendo en esa casa pero temo que tanta «exposición» a esta nueva fijación de su madre no esa sano para ellas.
Hoy lo he visto claro, son «facturas» que tendrán que pasar ellas llegado el caso, o tal vez no. Lo único que yo puedo hacer es estar atento a mis hijas por si su madre actuase de forma negligente en lo que a ellas se refiere. Si no es así mi única función, es ese sentido, es acompañar a las niñas en lo que necesiten.
También tengo que lograr que mi hija mayor sea una niña feliz y no esté preocupada por mi. Consciente o inconscientemente me protege, se obliga a no contarme cosas, etc, etc, etc. Esto no puede continuar así. Ella tiene que ser capaz de decirme lo que quiera y ya seré yo quien mastique y gestione esa información. En el caso de que me duela me tocará trabajarlo.
He eliminado algunos contactos que, de forma indirecta, me podían proporcionar información que a mi ya no me tiene que interesar.
Un capítulo de mi vida ha finalizado. Por desgracia no puedo tener el contacto cero que sería lo ideal. Por suerte me quedan dos hijas que serán mi mayor alegría durante toda mi vida. Esto tiene un precio que será mantener cierta relación con su madre durante un tiempo, me toca aceptarlo.
Todo esto no cambia la rabia que siento hacia ella pero ese es ya mi problema y sé que es pasajero. Mañana me gustaría no tener que verla pero probablemente tenga que estar a su lado durante unos minutos. Forma parte del precio a pagar pero por suerte, en cuanto comience el cole, esto también se reducirá y ganaré en tranquilidad.
Hoy mi hermana me ha dicho que se ha encontrado con los padres de mi ex. Al parecer ellos tenían ganas de hablar y se han ido sin ellas. Durante la conversación mi hermana, desde el cariño y el respeto, les ha contado un par de verdades sobre el estado emocional de las niñas. Según me ha contado mi hermana se han llegado a poner un poco a la defensiva sin ser atacados. Lo lamento, ellos no tienen ninguna culpa. Finalmente su madre, al parecer, tampoco ve claras algunas cosas.
Con esto me he sentido más sereno ya que ellos se van con los ojos más abiertos y no sólo con la realidad que se les muestra. Me he sentido tranquilo al comprobar que tienen ojos y criterio. No me he sentido contento ya que la situación no es alegre o feliz para mi.
He hablado con las niñas y lo han pasado bien. No han tenido mucha calle para mi gusto, ese es mi criterio que ya aplicaré en mi tiempo. Mi hija pequeña ha comenzado con fiebre, vamos a ver que tal noche pasa y como está los próximos días conmigo. Iniciamos los periodos de cuatro días, comienzan conmigo. Con esto si estoy contento.
Hasta mañana mis amores. Las quiero con locura