14:44. Hoy me ha tocado a mi la visita a urgencias. Mi hija mayor, en tratamiento por molestias en el oído derecho, ha comenzado a quejarse del otro oído. Presenta el mismo proceso por lo que ahora tiene el mismo tratamiento en ambos oídos. En estos momentos duerme y tiene décimas de fiebre, su hermana está jugando tranquilamente. Nuestros planes para esta tarde han variado y nos disponemos a ver una película arropaditos en casa, si el dolor de oído lo permite.
Ayer recogí a las niñas y fue un muy buen día. El encuentro con su madre tan distante como los anteriores, yo no estoy por facilitar ninguna cercanía. Durante la tarde disfrutamos de un paseo con las bicicletas, por la capital de la provincia.
Fue esta mañana cuando la niña ha comenzado a sentir la molestia en el otro oído y, como ya he dicho, hemos ido a urgencias.
Anoche hablé un ratito con la seguidora del Troglodita. Mi estado emocional en ese momento era muy diferente al que experimento ahora:
«Me doy cuenta de que cuando ‘nos conocimos’ estaba ‘en modo zen’, luego me perdí un poco. Ahora creo que estoy volviendo al modo zen. Es en este modo cuando más cambios internos he realizado en este proceso, cuando más he crecido.
No me va a afectar respecto a lo que siento por ella, la rabia no se va a ir tan fácilmente, pero me permite centrarme en otras muchas cosas más importantes.
Con el tiempo la rabia se irá y ella también«.
Todo esto viene a cuento por como me encuentro hoy. No la echo en falta pero si me duele. No son celos pero es cierto que mi mente no está trabajando a mi favor. Tal vez, como dice el libre «Deja de ser Tù«, después de tanto años en lo mismo mi cuerpo o mi mente o ambos se resisten al cambio y «me obligan» a entrar en el mismo estado de búsqueda de control o de tristeza al que tanto se ha acostumbrado.
Hoy es el cumpleaños de su pareja, es más joven que yo y por lo tanto que ella, pero desconozco su edad exacta. Sé que mis hijas lo celebrarán el viernes y que el sábado celebrarán el de su madre. Yo imaginaba que hoy lo estarían celebrando ellos solos, bueno seguro que lo harán aunque ahora sé que ella está trabajando.
Imaginaba que estarían en su «apartamentito», en el semi-sotano. Gracias a los estados de whatssap de la hermana del chico sé que sus padres están fuera de la provincia. Tienen esa casa para ellos.
Vale, ¿Qué ven ustedes lectores del diario?. Yo veo a alguien que no ha soltado. Esto contrasta mucho con mi estado de ayer. Para colmo veo que mucho es producto de mi mente y no lo que ocurre en realidad. Estoy un poco decepcionado conmigo mismo al ver donde o como estoy en estos momentos. Mi terapeuta me diría «Perdónate, no seas tan duro ni tan exigente».
Decepcionado y ligeramente decaído sería la mejor forma de definirlo.
Al buscar el mensaje de lo que hablé ayer con la seguidora del Troglodita, he podido ver algo que también considero importante:
—Según mi terapeuta, mi perfil controlador esconde miedo o más bien, miedo a sentir miedo. Tendremos que seguir profundizando en ello.— le conté.
—Yo no quisiera seguir profundizando taaanto en mis miedos.— me dijo.
—Lo mejor que hace mi terapeuta es «desnudarte», permitir que te conozcas al 100%. Yo necesito eso ya que realmente no sé quien soy en muchos aspectos. Es una parte importante de mi evolución. Sé donde «fallo», quiero saber por qué; para poder verlo, indentificarlo y, en la medida de lo posible, ‘mejorarlo’. Con eso seré mejor y eso lo disfrutarán mis hijas y por supuesto yo […]. Cuando hablo de la evolución del Troglodita me refiero a un cambio real. Por eso es imposible que me valga de nuevo lo que tenía antes. Eso también me da alegría.»
Al leer yo mismo esto último parece que intento volver a un patrón de control y realmente pienso que en este caso es cierto pero se trata de auto-control. Al final lo único sobre lo que tenemos cierto control es sobre nosotros mismos y es de eso de lo que hablo ahí.
Lo dejo por ahora, vuelvo con mis niñas.