01:19. Hace unas horas mi hija mayor, mi amado angelito, me ha abierto parte de sus sentimientos. No ha sido fácil contestar sus preguntas o escuchar sus temores. Te quiero amor mio, las quiero a ambas. Todo pasará, tiene que ser para mejor.
El día 2 pasó sin pena ni gloria para mi. Un poco decaído durante la mañana pero mucho más animado por la tarde. Compartí un buen rato con la seguidora del Troglodita. Como le he dicho a ella:
—Nos hemos encontrado como nos teníamos que encontrar—refiriéndome a la distancia— y en el momento adecuado.—Ambos lo hemos visto igual.
Creo que nos ayudamos mutuamente. Al ser desconocidos tenemos la libertad de cerrar la comunicación cuando queramos, eso nos permite abrirnos sin temor. A su vez, la distancia, nos permite centrarnos en nosotros mismos y, al menos en mi caso, no da opción a situaciones «más carnales».
—…un acercamiento, como el que he tenido contigo, me habría confundido y probablemente lo habría intentado. Tal vez por despecho o tal vez para llenar ese espacio.—Fue mi comentario exacto a ese respecto.
Ayer me levanté temprano para ocuparme de algunos aspectos pendientes de la casa, el día anterior ya le había dado un buen repaso. A continuación práctica de yoga. La verdad es que el yoga cambia mi estado mental proporcionándome mucha paz. Finalizada la práctica fui a recoger a mis hijas.
Nada más llegar mi hija mayor se me abrazó y su saludo fue decirme que me había echado mucho de menos. Yo también a ustedes mis amores. Se separó de mi después de unos segundos abrazada. Quedé un momento semiarrodillado, mientras me «recuperaba». Su madre, que había abierto, me observaba desde la puerta. No tenía ninguna intención de saludarla pero la levantar la vista me encontré con sus ojos, ella se acercó y le devolví los dos besos. Después de que las niñas se despidieran bajamos al coche y les expliqué los planes del día:
—Nos cambiamos de ropa en casa y nos vamos a [nombre de la finca de mis padres donde realizamos la acampada] para comer todos juntos.
A las niñas les encantó la idea. Por el camino a casa pasamos junto a un recinto que están acondicionando para unos conciertos el próximo fin de semana. Les expliqué a las niñas que probablemente iría con mis hermanos y que ellas se quedarían ese ratito con mis padres.
—A lo mejor te encuentras con mamá, nos ha dicho que también va a ir—me respondieron.
—Pues ahí veré a mamá, o no, asiste un montón de gente.—dimos esa conversación por cerrada.
Mi mente intentó dispararse en ese momento pero no se lo permití. «Tal vez ha llegado el momento de que te los encuentres» pensé, y me desvié a otra conversación con las niñas.
Ya en casa les comenté a las niñas que en breve comenzaría a pintar la casa. Mi hija me recordó su idea de pintar un gran árbol en su habitación. Aquí se me quebró la voz. Le expliqué que mi idea también era esa pero ya no tenía mucho sentido porque nuestra familia era diferente ahora.
—Me habría gustado llenar sus ramas de fotos con la historia de nuestra familia. Nuestra familia ahora es otra y ya no tendría mucho sentido.
Una vez esté la casa pintada ya veremos que hacemos ahí. En eso hemos quedado.
Mientras nos preparábamos para salir les recordé, como en ocasiones anteriores, que si necesitaban decirme algo o preguntarme algo lo podían hacer cuando quisieran. Como de costumbre ambas asintieron con la cabeza.
La tarde en familia ha sido estupenda. Hemos comido y reído, las niñas se han divertido mucho. Querían subirse a su casa del árbol pero por desgracia no ha sido posible. Su casita se vio afectada por la caída de un árbol hace algunas semanas. Hoy hemos podido evaluar los daños y, mediante un hacha, despejar la zona. Ha sido un gustazo poder descargar con el hacha de esa forma. El próximo día aseguraré las partes dañadas de la casita y estará lista de nuevo.
Hablé un poco con mi hermana al respecto de un video que me recomendó hace tiempo y por fin pude ver el día anterior. Les recomiendo verlo y seguir la práctica propuesta antes de continuar leyendo:
Tengo el nivel de estrés un poco elevado, conté 20 exhalaciones. Ya había escuchado hablar del Mindfulness pero creo que voy a comenzar a profundizar un poco más.
Durante el almuerzo me llevé una agradable sorpresa. Habían etiquetado al Troglodita en una historia de Instagram:
Inmediatamente la compartí en las redes sociales del Troglodita y me interesé por saber sobre la situación y origen de ese dibujo. Según me dijo @Curiosenado2019, ella misma había sacado la foto en una playa de Gran Canaria.
Gracias al autor o autora por seguir el blog y por plasmarlo de esa forma. A ver si alguien más se anima a hacer algo parecido, la verdad es que ha sido un subidón.
Bien entrada la tarde llegamos a casa, mi hija mayor estaba muy cansada y le dolía la barriga. Me había dicho que la noche anterior solo había dormido 3 horas. También ambas están un poco acatarradas.
Después del baño y antes de cenar hablaron con su madre. Como es costumbre yo las dejé con el móvil y me bajé a la cocina para ir preparándolo todo.
Hablaron un buen rato y lo primero que me dijo mi hija mayor, al bajar y entregarme el móvil, fue:
—Mamá dice que me prepares una menta-poleo antes de dormir.
—Mamá puede decir misa.—fue mi reacción automática
La niña se quedó un poco seca y yo me recriminé haber reaccionado de esa forma. A los pocos minutos se lo expliqué a la niña:
—Cariño, mamá puede hacer las cosas a su manera en casa de los abuelos y nosotros las hacemos de otra aquí. Yo te voy a dar la «medicina de miel» [Jalea Real, Polen, Propolio y Ginseng, todo mezclado con miel en forma de jarabe espeso] después de cenar. No te voy a dar una infusión que luego te pasas la noche de la cama al baño para hacer pipi. A veces parece que mamá piensa que no se cuidar de ustedes. Además mi amor, papá continúa un poco enfadado con mamá por lo que sus opiniones no me interesan mucho. Esta es otra razón por la que papá las deja solas cuando hablan con ella. ¿Lo entiendes cariño?.
La niña afirmó con la cabeza y me preguntó:
—¿Entonces cuando nos dejas con el móvil es porque estás enfadado con mamá?
—Es por dos razones mi amor. Mamá llama para hablar con ustedes dos. Si me quiere decir algo a mi ya lo hablamos en otro momento. Por esa razón yo prefiero dejarles sus privacidad para que puedan hablar con ella. Luego está mi enfado con ella. ¿Te acuerdas cuando les dije que había momentos en los que prefería no verla? Pues a veces al escucharla me aumenta el enfado. Por esa razón también prefiero no oírla.
La niña pareció quedar conforme en este sentido pero la vi con ganas de continuar:
—Cariño ¿quieres preguntarme o decirme algo?— le dije
—Papá tú, cuando tenías mi edad, ¿también te dolía la barriga o crees que es por toda esta situación?
Yo ya tenía el nudo en la garganta por lo que su pregunta me quebró la voz por segunda vez en el día.
—Mi vida yo creo que tú estás manifestando ahora todos los nervios y la tensión de estos meses atrás con esta situación. Esta muy bien que lo saques mi amor pero no sería bueno que estuvieras así mucho tiempo. Eso es lo que yo pienso, tu madre tiene otra teoría. Cariño es muy importante que lo saques. Por eso papá te recuerda tan a menudo que puedes preguntarme o decirme lo que quieres. Al hablarlo también lo sacas y alivia. Puede que te den ganas de llorar pero eso no es malo. yo me emociono mucho también.
—¿Cómo ahora y esta mañana que se te pusieron los ojos rojos?—Continuó la niña.
—Sí mi vida, como ahora que se me saltan las lágrimas. No digo que sea ahora ni mañana pero cuando tú estés preparada para hablarlo yo te quiero escuchar para ayudarte mi amor. Cuando tú puedas y quieras. Decirlo te ayudará a sacarlo también. Sobre todo a ti mi amor, tu hermana es pequeña y todo esto es como un juego para ella pero tú eres más grande y te das cuenta de todo. Eres mucho más consciente de esta situación y seguro que sabes mucho más de lo que expresas.—No podía dejar de secarme las lágrimas que aparecían en mis ojos.
Mi hija pequeña estaba escuchando esta conversación a trozos ya que iba y venía del salón a la cocina. Creo que miraba los dibujos de un libro que habíamos comprado hoy.
—Papá, yo tengo miedo a perder mis momentos. Yo sé que ahora estamos bien y que esto es para mejor pero antes yo tenía momentos muy bonitos en los que estaban mamá y tú. Ahora con esta situación tengo miedo a perder eso.—Me dijo todo esto mientras me miraba fijamente.
—Cariño ahora mismo mamá y papá no pueden hacer cosas juntos. Tú tendrás otros momentos, unos con mamá, otros con papá y puede que en un futuro podamos tenerlos todos juntos. Ahora no es posible. Ocurre lo mismo que en el cumpleaños de tu hermana.—Esa mañana les había dicho que el cumpleaños de la pequeña no lo celebraríamos todos juntos. Mi hija pequeña no le dio importancia en ese momento.
Aquí se nos volvió a unir mi hija pequeña. Yo me dirigí a ambas:
—Ustedes tienen que saber que son lo más importante que tengo y que las amo a las dos, a [nombre de la mayor] y [nombre de la menor] y a [nombre de la menor] y [nombre de la mayor]. Sólo deseo que ustedes estén bien y poder ayudarlas en todo lo que pueda por lo que, por favor, si necesitan decirme algo háganlo. De esa manera lo sabré y tal vez pueda solucionarlo de alguna forma.
A partir de aquí bromeamos un poco con mis lágrimas y comenzamos a cenar. Mi hija mayor se fue tranquila a la cama y, aunque me pidió un masaje en la barriga, esta descansando muy bien. Yo me dormí con ellas después de los cuentos. Me he despertado y, aunque solo me quería lavar los dientes, he tenido la necesidad de volcarlo todo aquí. Son las 03:08 por lo que, después de secarme las lágrimas de nuevo, voy a intentar dormir para poder disfrutar mañana de y con ellas.
Buenas noches mis amores.