00:19. Mucho ha ocurrido en estas pocas horas. Mi enfado, esta rabia que estaba evitando, no se ha marchado. He hablado con ella para concretar la recogida de las niñas y creo que ha sido la conversación más tensa en todo este tiempo, al menos así la he percibido yo.
El encuentro ha sido el más frio de todos los que hemos tenido. Frio por mi parte, no la he saludado, me he dedicado a mis hijas y la he evitado. Creo que así va a ser durante un tiempo porque no puedo. Es mucha rabia y no está sola, también la acompaña el dolor.
Por suerte es sólo con ella, con mis hijas todo se disipa y vuelve a ser maravilloso. Ya lo tengo todo preparado para nuestro «viaje» de mañana.
Hace varios días retomé el contacto con esa madre a la que escribí hace casi un mes. Parece ser que la dirección de correo electrónico que utilicé estaba sin uso. Le había vuelto a enviar el mismo e-mail explicándole lo ocurrido y me contestó solicitándome un poco de tiempo para poder responderme. He recibido su respuesta hace poco más de una hora. Sólo voy a transcribir un extracto sobre lo que afecta a este proceso. Es imposible ponerlo todo si quiero respetar su privacidad:
«Hola [Mi nombre]:
Cuando leas este correo, estarás leyendo la copia de mi respuesta a tu bello mail, pues ahora mismo estoy escribiéndote en el campo, rodeada de pinos que charlan con el viento en susurros melódicos, donde el silencio acompaña nuestro corazón, nuestra alma, en un lugar donde la PAZ es lo único que existe.
Ante todo quiero volver agradecerte la confianza que has depositado en mí, porque lo que me has contado no se comparte alegremente. Te doy las gracias por haberme aceptado con esa “intención de ayudarte” o “de acompañarte”, como tan bien captaste desde el inicio, por saber que realmente estoy… todo desde la más profunda humildad, ya que muchos somos los que andamos procurando sanar heridas, reencontrarnos con nuestra esencia…
GRACIAS por tu escucha, un don precioso que tendré en cuenta y llevaré conmigo.
No necesitabas disculparte por no preguntarme por mi pérdida. Ni me di cuenta ni lo recuerdo, seguramente lo dije para reforzar algún comentario. No me estaba desahogando porque, si hubiera sido así, entonces, a pesar de tu dolor, me habrías dedicado algunas palabras.
Realmente, era consciente de tu dolor; en realidad, tus sentimientos, tus emociones, eran más que evidentes.
[…]
Volviendo a ti, que de eso trataba este mail-carta, no me extraña que hayas sentido esa oscuridad: “Las horas más oscuras son las que preceden al amanecer”. No, este dicho que posiblemente conocerás no consuela porque aún no te ha llegado esa luz maravillosa, hermosa y potente del alba, pero intuyo que sí sabes de qué te estoy hablando.
Todo este proceso que has estado viviendo te ha convertido, por lo que me has transmitido, en un ser con una sabiduría tal que me abrumas. Solo el hecho de dejar la culpa atrás es un paso de gigante. La culpa solo es un lastre; no conduce a ningún lugar. No sirve para nada porque no existe realmente.
En cuanto a la tristeza y al dolor, también desaparecerán, cuando sea el momento oportuno, mientras tanto aprovecha intensamente los momentos de felicidad y alegría que te lleguen,[…], porque forman parte del camino hacia la sanación.
Es posible que aparezca la rabia. Me dirás que no, que no le permitirás que salga. Nada es “abc”, puede que en ti pase de largo. Sin embargo, si aparece, acéptala, siéntela para que después la puedas dejar partir… Recuerda, si llega el caso, que solo está de paso, que es una emoción que estará visitándote y luego se irá. En muchos casos forma parte del proceso. Es posible que te lo hayan dicho ya, que lo sepas, pero he preferido decírtelo.
Solo he leído un poco del blog, en el móvil (el ordenador se niega; buscaré la manera). A pesar de lo poco que he leído, me ha llegado tu tristeza profunda… Qué fortuna que puedas expresarte y trasladar todos tus sentimientos a palabras que brotan como si de un manantial se tratara.
Creo que lo que te espera en algún recodo del camino es mucho mejor de lo que conoces, de lo que has vivido, porque TÚ HAS tenido el valor de iniciar ese camino, has sido valiente para enfrentarte cara a cara al dolor, a la situación, a tu tristeza, al fantasma de la culpa (esa herencia de nuestros ancestros, esa herencia cultural, social y, sobre todo, religiosa).
¿Mirar atrás? ¡Lo justo y necesario! Has eliminado la culpa, te has deshecho de esa coraza pesada, pero que tú creíste necesaria para protegerte y proteger a tus queridas hijas. ¿Y quién te ha dicho que te equivocaste? Tal vez olvidaste quitártela, no sé, pero equivocado JAMÁS. Mi hermano me lo decía con frecuencia: “No te equivocas”, “Todo es correcto”. Ahora ya no la tienes y también es correcto. Tú lo sabes, ¿verdad? Todo está bien tal y como es.
Me ha sorprendido el estado al que has llegado; bueno, ha pasado un mes desde que escribiste todos esos sentimientos y emociones, así que es posible que tu progreso sea mayor. Sea como fuere, me ha sorprendido ese “estado de rendición ante la situación”. Mi hermano me habló de ese estado, en otro contexto, pero era exactamente lo mismo. Se trata de un nivel de sabiduría al que has accedido; es la llave que abre prácticamente todas las puertas. Me dejas perpleja, especialmente porque vi en qué situación deplorable te encontrabas. Sinceramente, ¡dabas lástima!, ¡una pena! Ahora, al “escucharte”, solo puedo sentir una gran admiración profunda por tantos logros en poco tiempo.
¿Tu casa? Entiendo tu dolor al no hallarla en casa, pero verla en cada detalle. Tal vez a día de hoy también lo hayas superado o, al menos, te sientas mejor. [….]
También me gustaría compartir una canción que me llegó inesperadamente, fue un regalo del cielo, yo creo que fue un regalo de mi hermano. La he compartido con todos aquellos a los que aprecio y considero que son héroes o heroínas en esta vida. Es posible que la conozcas. Se titula “Hero” y la canta Mariah Carey. Aquí te dejo el enlace, pero la letra la añado al final.
Por cierto, no sientas en ningún momento que has descargado nada sobre mí. Has compartido tu corazón y una gran sabiduría que atesoraré e incluso intentaré aplicarla a mi propia vida; ha sido todo un recordatorio. GRACIAS.
Un abrazo y hasta la próxima,
[Su nombre]«
Me tomaré un par de días para digerirla poder enviarle la respuesta.
He hablado también con la seguidora del Troglodita. Le he podido explicar como me siento en estos momentos. Se ha preocupado por mis posibles reacciones respecto a mi ex y a las niñas. Ya le he explicado que pase lo que pase nunca mancharé la imagen de su madre a mis hijas. Esa es una promesa que me hice y lo que prometo va a misa.
Por último he vuelto a hablar con mi amigo. Le pregunté al respecto de su enfado al leer el blog. Le explicaba que no era mi intención provocar esa reacción y me preocupaba, sobre todo, si era un enfado sobre ella dado el caso de algún día el blog pudiese dejar de ser anónimo. Hemos compartido dos mensajes, sólo dos pero muy largos. Como en el caso anterior no los puedo transcribir de forma completa:
«El malestar es por la situación, la historia y porque el blog también cuestiona al lector. Todo es verosímil y, por supuesto, real. Además es más fácil simpatizar cuando conoces a los actores. Es un malestar personal, no hacia los protagonistas. Personalmente, la noticias de la separación me cogió de sorpresa. Como te dije el jueves, ustedes no vendían lo que estaban viviendo. No me lo hubiese imaginado. Y, por favor, no me malinterpretes (y sin caer en el victimismo. No es mi intención y que te voy a contar a ti), pero también te aborda una sensación de haber sido engañado, fraude y quizás un pequeño duelo como te digo, sin compararme y sin reproches… pero así me sentí.
[Explicación de su situación personal en el momento de la separación y en el del inicio del blog]
¿Por qué no a mi? Eso podría pasarme a mi, era mi temor y yo solo podía, tenía y hacía era [continua con lo que tanto le absorbía en esos momentos].
No sé si he conseguido explicarme, pero por todo lo expuesto no era fácil de masticar la lectura del blog. Sin olvidar que verlos en el colegio con gestos de dolor, tristeza,… tu ronco, adelgazando,… No, no era/es una lectura fácil.«
Tardé una hora en poder responderle:
«Entiendo y me tranquilizas. Gracias por tu sinceridad. me has recordado la afonía je je. Es curiosos, aunque lo habrás leído, me la produjo la primera sesión con la Terapeuta, ya te puedes imaginar lo que pude hablar.
Respecto a la mentira de mi vida, no es una escusa pero yo no era capaz de verla. Esperaba que fuese una de tantas malas rachas. Tantos años con una persona que podría dibujar mi vida contando lo vivido con ella y me doy cuenta que realmente no la conozco y ella tampoco a mi. ¿Qué vida es la que teníamos? En fin…
Entiendo también tu reacción ante esa respuesta de tu hijo que me has explicado. Muchas veces nos centramos tanto en algo que somos incapaces de ver más allá. Al menos, de una forma u otra, hemos sido capaces de verlo. Eso es avanzar.
Los primeros días, meses (hasta ayer en mi caso) no han sido fáciles. He mejorado, sí pero me queda mucho. Hace unos minutos he recibido la respuesta a un mail que envié hace más de un mes, a otra persona que me ofreció también su ayuda desde el primer minuto. Me ha hecho gracia la lectura que ha hecho de esos primeros días respecto a mi estado cuando le escribí:
‘Me dejas perpleja, especialmente porque vi en qué situación deplorable te encontrabas. Sinceramente, ¡dabas lástima!, ¡una pena! Ahora, al “escucharte”, solo puedo sentir una gran admiración profunda por tantos logros en poco tiempo.’
Por suerte o por desgracia ese realmente era yo. Vacío, completamente noquedado, en una Luna de Saturno y sin saber ni como llegué ni como podía salir de ahí.
Estoy en el camino pero continúo con el duelo, casi 4 meses después. Desde mi sesión de terapia de ayer estoy en un estado de mucha rabia, continuar abriendo los ojos es lo que tiene. Es un sentimiento que sólo está de paso, lo sé, espero que no se quede mucho. Llevaba tiempo esquivándolo pero ya no más. ‘Vivir siendo yo’, con mis lágrimas por Dumbo y ahora mi rabia por tanto.
Hoy he hablado con ella por Whatssap y ha sido la más tensa en todo este tiempo, no te digo ya el encuentro para recoger a las niñas. Eso es lo que me toca vivir ahora para continuar construyendo ese yo. Lo peor es que no lo construyo, en realidad creo que lo estoy desenterrando después de tanto tiempo. Vivir siendo yo, y ese soy yo ahora, el de verdad, el que está viviendo la realidad.
Bueno, ahora tengo que volcar todo esto en el diario, sea coherente o no. Ahora estoy sin la coraza, a pecho descubierto, me abro con una gran facilidad pero con algunas personas como tú, la apertura es total sin que tenga que proponérmelo. Gracias por estar«
Este ha sido mi día. 01:19, me despierto en 5 horas. Voy a intentar dormir para poder disfrutar el día de mañana como se merecen mis hijas.
Mi hija mayor me visitó hace unos 30 minutos y antes de volver a la cama se despidió con un abrazo que… Las quiero mis amores. Buenas noches.