22:52. Llevo dos días muy buenos. La verdad es que el primer sorprendido soy yo mismo. Ya se como va esta montaña rusa por lo que no me pondré «cómodo» de momento.
No tengo nada especialmente reseñable del día de ayer. He ido a la playa y después a escalada, en esta ocasión me acompañó mi hermano para probar. Les envié un audio a la niñas ya que, por la hora de finalización, no podría hablar con ellas al salir.
Hoy por la mañana he ido a terapia. Ella se ha alegrado de verme sonriendo. Le he comentado que he tenido mis momentos pero estos días pero, en general, han sido buenos. Se ha sorprendido de mi ritmo de lectura y me ha recomendado releer algunos de los libros más detenidamente, incluso unicamente por capítulos, y dejarlos dormir un tiempo antes de continuar al siguiente.
Tenía preparado para mi un ejercicio «de pintar» pero la conversación nos ha llevado por otro camino. Según su percepción, en algún momento de la relación sufrimos una separación, un alejamiento profundo.
Hemos estado repasando mi historia con ella y creo que ese momento se produjo cuando ella se rindió con las sesiones del psicólogo, nuestra hija pequeña no estaba escolarizada todavía. Sin duda, en ese momento yo me rendí. Ese echo me produjo pena, tristeza y rabia, que sin demostrarla como tal terminó en enfado. En ese momento me coloqué la coraza, mi brillante armadura, y me dije que esto no me podía afectar y que tampoco permitiría que afectase a las niñas. No tengo dudas, eso marcó un antes y un después en mi vida, en nuestra relación. La terapeuta lo llamó desenamoramiento aunque luego lo matizo por algo «más suave».
Terminamos con un pequeño ejercicio de visualización con el que poder ver, aclarar y comprender todos estos echos.
He salido algo removido pero aún así bien. Tengo, como ejercicio, que redactar una nueva carta en la que le explique todo este proceso con mis reproches y los suyos.
Después de comer en casa de mi padres he regresado a casa para terminar un par de tareas, volver a la playa y finalizar el día en escalada.
De las niñas recibí varios audios esta mañana, incluso intentaron una videollamada, tenían curiosidad por la sorpresa que les tengo preparada. Mi hija mayor me repitió varias veces que me echaba de menos y que tenía muchas ganas de verme.
Con su madre también concreté el intentar hablar con ellas antes de escalada. Ella me respondió que O.K. y que estarían en la playa. Esto me sorprendió, ¿ella contándome sus planes?. Yo no varié los míos y me fui a «mi playa». No quise «robarle» tiempo con las niñas.
Llegada la hora intenté hablar con ellas pero se ve que estaban muy entretenidas en la playa. Así lo entendí y me alegré mucho por ellas. Les envié un audio nuevamente del que recibí respuesta estando ya en casa. No quise romperles el ritmo de la noche por lo que no insistí en llamarlas.
He hablado con mi hermana y le he contado lo sorprendido que estoy de encontrarme así.
En un rato me voy a la cama. Tengo muchas ganas de que sea mañana para volver a estar con las niñas. Buenas noches mis amores.