05 de Julio de 2019

00:17. Muchas ideas para hacer con las niñas y al final ninguna de ellas. Les he dado carta blanca para hacer lo que quisieran y han querido pijamada en casa de los abus, pues aquí estamos.

Lo hemos pasado muy bien esta tarde. Hemos aprovechado para comprobar el estado del equipo de acampada, incluso hemos montado la tiendo y la hemos limpiado un poco. Todo listo en este sentido. También, y para sorpresa mía, hemos ido a encargar las gafas de la pequeña y en menos de cuarenta minutos ya las tenía puestas. Hemos merendado por la zona antes de regresar a casa de mis padres.

Aquí han jugado, reído,… han sido ellas. Después de cenar han hablado con su madre, me ha sorprendido que a esa hora estuviese en casa de sus padres. En fin, es su vida y nada que decir ni opinar.

Durante la noche, antes de dormir a las niñas, ha contactado una chica de Venezuela mediante el perfil de Facebook del Troglodita. Está en una situación complicada y me quería pedir consejo. Le he recomendado lectura  y que busque el cambio en si misma para que su entorno también cambie. Yo no entiendo de esto todavía, no soy quien para dar consejos.

Voy a leer un poco antes de irme a la cama que las niñas seguro que madrugan mañana. A la mayor le ha costado dormirse pero eso no será impedimento para madrugar. Buenas noches mis amores.

 

10:44. La noche ha transcurrido tranquila. No he soñado con ella, aunque mi primer pensamiento de la mañana ha sido para ella. Mientras desayunábamos ha llegado uno de mis tíos. Jugando con las niñas les ha preguntado la edad, la mayor le ha respondido que tenía 8 años. Lo primero que venido a mi mente, «Sólo 8 años y se ve en esta situación«. Ho’oponopono en acción – «Perdóname, Lo siento, Te amo, Gracias». Por suerte logro detener la cadena de pensamientos que se encadenan después de esas palabras.

He terminado de preparar el equipo de acampada básico con las niñas. Ya lo tenemos listo para meterlo en el coche. A ver si lo podemos utilizar en estas semanas, aunque el calendario no es muy propicio. Mientras lo preparábamos me ha llamado el abogado. Ya está preparada la demanda de acuerdo y por supuesto tenemos que «arreglar cuentas». Como ella ha ido por su lado y yo por el mío me parece que lo de repartir gastos va a quedar en agua de borrajas por lo que ambos vamos a gastar un dinero que nos podríamos haber ahorrado. Otro efecto colateral de nuestra «buena comunicación».

Varias veces han venido a mi cabeza preguntas como ¿Dónde estará?¿Qué estará haciendo?.. Creo que me llevo a las niñas a dar un paseo y así tomamos aire y seguro que aclaro mi mente. Se me vuelve a hacer cuesta arriba toda esta situación. Te quiero [Su nombre], todo esto me desborda. Me voy, comienzo a tener ganas de llorar.

14:07. Parece que hoy me ha tocado «el día tonto». No me la quito de la cabeza. En realidad no es que piense en ella, la estoy echando de menos. Esto hace que la tristeza me acompañe donde vaya. He salido con las niñas y ellas se han divertido mucho pero yo no he podido disfrutarlo.

Ahora mismo estamos en casa para almorzar, parece que se va a reunir toda la familia. Mis hijas no están convencidas de ir a piscina esta tarde y a mi me gustaría que asistieran a sus clases ya que será el único día que puedan ir esta semana. Ya veremos como lo hacemos. Mi padre insiste es que nos volvamos a quedar esta noche, la verdad es que yo preferiría dormir en casa. No se como se desarrollará la tarde, incluso me planteo irnos de acampada esta noche.

15:14. ¿Pero qué me ocurre?¿Por qué la echo tanto de menos hoy? Esta mañana deseaba tener algo de ella en el móvil, algún mensaje para las niñas. Cuando salí con las niñas le envié una foto de ellas. Pensé en no hacerlo pero me dije «da igual si ella no envía como a ti te gustaría, mándaselas». Creo que la realidad es que también esperaba alguna respuesta por su parte. Llegó en forma de » 😍😍😍😍«, nada más.

También ha llegado a mi mente el echo de que hoy es viernes y comienza el fin de semana. Eso me hace pensar que probablemente estas dos noches dormirá en casa de su novio. Me he acordado de eso, poco más de dos meses después de nuestra separación ya lo llamaba novio. Y yo echándola de menos. ¿Pero qué locura es esta?. De verdad que no puedo con estas «putadas» que me hacen mis sentimientos.

Pienso, y en cierta forma ratifico, lo infeliz que tenía que ser y me tortura pensar durante cuanto tiempo fue así. Mientras, yo pensaba que tenía una familia…. ¿Qué es lo que tenía en realidad? Demoledor, esto es demoledor para mi. Mucha más tristeza. No quiero cortar esto, tengo que vivirlo para superarlo. Lo que yo siento no lo puedo cortar, de esa forma espero que  avance y cambie. Lo que no existe y se agranda en mi mente es lo que no puedo dejar ni que se asome.

Hoy me ha tocado el día así y de esta forma lo tengo que aceptar. Es parte del camino y como tal lo tengo que transitar, aunque duela.

Ahora pienso que estos momentos me llegan estando con las niñas, al no poder evadirme con la facilidad que lo hago cuando estoy sólo. Tal vez este pensamiento es sólo una tontería y nada que tenga que ver ese echo.

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