12:38. Todo mi castillo de naipes se derrumba sólo al estar próximo a verla. De camino a recoger a las niñas se ha esfumado toda la tranquilidad que sentía ayer. Fue un encuentro fugaz, dos besos y poco más. Me dijo algo al saludarme, en voz baja, pero no la entendí. En ese momento me dio igual, ahora siento curiosidad.
Las niñas me han comentado que el trabajo le fluye un poco más. Me alegro por ella y lo siento por las niñas si no pueden disfrutar de su madre en los días en que coincidan con su trabajo. Les he dicho que si mamá me avisa con tiempo y puedo, yo las podría acompañar algunos de esos días pero dependía de mamá resolver esas situaciones.
Después de recogerlas nos hemos ido al super. Hoy ha sido el día de los encuentros. Un tío-abuelo materno de la niñas, mi hermano, mi madre y una prima mía, de las pocas que conocen el diario. Nos hemos saludado rápidamente y, al despedirnos, me ha preguntado «¿Ya estás comiendo algo más?». La realidad es que sí lo estoy haciendo pero mi figura parece que transmite otra cosa o tal vez sea la ropa, que es de mi talla actual y está mas ceñida. Ayer también, en el trabajo, una compañera me hizo un comentario similar sobre mi delgadez.
Las niñas están entretenidas en casa. Íbamos a hacer solo una parada logística pero parece que estaremos un rato. No les quiero romper la actividad y tampoco tenemos prisa. Tengo «varias muchas» ideas para estar tarde, a ver cual resulta de todas ellas. Esta mañana salí a correr un rato, antes de ir a buscarlas, me tuve que parar a los 2 km por un dolor en la rodilla. Veremos como evoluciona, he aprovechado para ponerme hielo ahora.