23 de Junio de 2019

01:08. Mis hijas hace tiempo que duermen. Ayer fue un buen día con ellas, sin embargo ha sido un mal día conmigo mismo. La he echado de menos y me reprocho el hacerlo, el tenerla tan presente.

Las niñas han intentado contarme cosas de su día a día y yo no les he dado pie a que continuasen. Me duele todo lo que tiene que ver con ella y lo evito. Durante la mañana hemos ido a escalar, en realidad sólo ellas. Les he sacado varios vídeos que he enviado a mi familia, no se los he querido enviar a ella. Más tarde, comiendo algo con ellas en una cafetería, se las enseñé a las niñas. La realidad es que esperaba que me dijesen «envíaselo a mamá», eso tampoco se produjo.

Me encuentro en una encrucijada. Continúo enfadado con ella pero a la vez no quiero negarle lo que hacen las niñas. No puedo «ser malo» con ella.

Durante la tarde asistimos al cumpleaños de una compañera de clase de mi hija mayor. Todos los invitados, padres de la escuela, cercanos a la que antes era mi familia, algunos con una relación mucho más próxima con ella que conmigo. La realidad es que cuando llegaba al lugar me decía, «ahora tienes que hacer que esta sea también ‘tu gente’ por las niñas«. No me refiero a que no me caigan bien estas personas o que no los considere como míos, me refería a lograr esa cercanía que yo no tengo con ellos. Lo hemos pasado muy bien y aquí si le he enviado algunas fotos de las niñas y la celebración.

La fiesta se ha alargado y alargado hasta tal punto que escribo a esta hora. Ella contactó para hablar con las niñas  y, en vista de que la fiesta continuaba, le ofrecí que las llamará estando allí. Me dijo que no me preocupase y les envió un audio. Ya en el coche se lo puse a las niñas y al llegar a casa le enviaron uno de vuelta.

Lo dicho, hoy me duele todo lo referente a ella y preferiría no verla cuando venga a por las niñas en un par de horas. Continúo rindiéndome a mi nueva situación pero a la vez regresa la idea de que se marchó de aquí huyendo. Como si hubiese obtenido la libertad de un gran tirano, se quitó un gran peso de encima. Yo por más que busco no encuentro esa situación en nuestra vida en común.

He tenido que recurrir en multitud de ocasiones al Ho’oponopono para cortar pensamientos, ideas o lo que en el libro define como memorias. Dichas memorias me sujetan y anclan al pasado no permitiéndome estar en el presente.

Al final el mantra de mi hermana son las palabras mágicas que se describen en este libro y que he comenzado a leer. Mucho de lo que dice en el mismo me parece una gran «ida de olla» pero quiero terminarlo. Me encantaría poder borrar mucho de lo que pasa por mi mente. No creo en la divinidad de la que habla, le doy una respuesta física al borrado que describe y entiendo que si lo «borras» tu percepción de las situaciones, personas y realidades cambia. Con eso se puede vivir más tranquilo y por tanto ser feliz. Me gustaría poder funcionar así.

Probablemente lo que me ocurre, y ya me lo advirtió mi terapeuta, es que vivo sin filtro, sin coraza de ningún tipo, y todo lo que me llega lo hace hasta lo más profundo de mi ser. Canciones, comentarios de las niñas, situaciones externas que veo y me transportan a situaciones vividas o, lo que es peor, a situaciones que no existen y que tengo que cortar. Tengo que poner un pequeño filtro que me permita dejar pasar lo beneficioso y recortar el alcance de aquello que no lo sea. Al menos mientras no logre otro nivel de conciencia en el que ya no tenga que filtrar al no afectarme. Esto trae a mi mente esta cita que leí hace poco:

– ¿Pero tú me amas? – Preguntó Alicia.

– ¡No, no te amo! – Respondió el Conejo Blanco.

Alicia arrugó la frente y comenzó a frotarse las manos, como hacía siempre cuando se sentía herida.

– ¿Lo ves? – Dijo el Conejo Blanco.
Ahora te estarás preguntando qué has hecho mal, para que no consiga quererte al menos un poco, qué te hace tan imperfecta, fragmentada.

Es por eso que no puedo amarte.
Porque habrá días en los cuales estaré cansado, enojado, con la cabeza en las nubes y te lastimaré.

Cada día pisoteamos los sentimientos por aburrimiento, descuidos e incomprensiones.

Pero si no te amas al menos un poco, si no creas una coraza de pura alegría alrededor de tu corazón, mis débiles dardos se harán letales y te destruirán.
La primera vez que te vi hice un pacto conmigo mismo : «evitaré amarte hasta que no hayas aprendido a amarte a ti misma«.

Por eso Alicia no, no te amo.
No puedo hacerlo.-

Alicia en el País de las Maravillas – Lewis Carroll

Eso es lo que yo necesito, una coraza de alegría alrededor de mi corazón. Al volver a leer y transcribir la cita vuelve a penetrar en mi y las veo como palabras que ella podría decirme. Me he convertido en Alicia por unos momentos. Así de vulnerable estoy en este momento en el que todo me llega.

Lo dejo por hoy. Buenas noches mis amores.

 

12:39. Estoy cansado de tanta montaña rusa. Necesito que pare por favor. La noche ha sido mala, no he podido descansar entre mis sueños y luego luchando contra mis propios pensamientos. La mañana con mis hijas ha sido buena, con ella siempre presente pero buena.

No quiero verlo pero deseo verla. Hemos tenido un encuentro cordial, no lo puedo definir de mejor forma. Yo me mantengo en tensión a ver si veo llegar su coche y preguntándome ¿De dónde vendrá?.

Como en muchos lugares de este país tengo un municipio cercano donde se celebra San Juan. Se que esta tarde las niñas irán a las atracciones de feria de este municipio. La pequeña me ha pedido que las acompañase pero le he dicho que no podía ir, que era el espacio de mamá y tenía que estar con ella. Aún así estaba contenta ya que también van los abuelos según me dijo.

La mayor y yo, como cada mañana, nos hemos abrazado infinidad de veces. En una de esas, mientras preparaba sus creps vegetales, le he dicho la verdad de como me encontraba.

—Estoy triste y contento mi amor, triste porque hoy se van y contento por que van con mamá y se que tienen ganas de verla.

Estoy triste por muchas otras cosas pero eso quedará para otro año con la niña.

Pasaré la tarde con mi hermano y mi cuñada. También quiero leer un poco, puede que lo haga en la playa. Buenas tardes mis amores.

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