08:07. Vuelves a estar en mis sueños, vuelvo a sorprender yo al despertador. Esto no me permite descansar como debo. Tengo muchas ganas de que toda esta tormenta pase y poder ver el cielo azul.
23:46. La noche no fue buena. Al menos el resto del día ha ido mejorando. Hoy he asistido a la excursión del cole con mis hijas. Se iniciaba a las 9:30 por lo que he retrasado mi llegado esperando no ver a mi ex-pareja. Al llegar he visto su coche estacionado pero por suerte ella debía de estar en las instalaciones de infantil y yo he estado en las de primaria, con mi hija mayor, hasta que se acercaba la hora de salir. En ese momento he ido con mi hija pequeña, su madre ya se había marchado. Por el camino mi hija mayor se ha reunido con nosotros dos y hemos pasado la mañana «juntos», con el resto de la escuela y muchos padres.
Una madre me ha preguntado por mi delgadez, si buscada o por alguna circunstancia, y le he comentado de la nueva situación. Lo ha encajado con normalidad, o eso me ha parecido.
No ha sido hasta la hora de regresar que he podido hablar en confianza con la tutora de mi hija mayor. Hemos coincidido en muchos aspectos del camino que transito en este momento.
En el cole han comenzado las despedidas, algunas muy duras, de personas con las que perderemos la frecuencia pero espero que no el contacto. Entre estas la de una madre en concreto, de las primeras que me ofreció su ayuda de corazón al inicio de todo esto.
La tarde la he pasado en la playa con mis hijas y ha sido estupenda.
Ya en casa y con las niñas dormidas he sentido la necesidad de escribir a esa madre a la que me he referido antes.
Buena noches [Su nombre] (o días cuando lo veas),
La verdad es que, antes de verte hoy, pensaba escribirte al enviarte las fotos de estos días pero después de nuestra despedida he sentido la necesidad de hacerlo hoy mismo. Siento que sea por este medio tan impersonal, pero en la escuela no habría sido el lugar adecuado.
Bueno, este año para mi ha sido el más oscuro de mi vida con diferencia, lleno de tristeza, dolor y de culpa. La culpa parece que ya la he logrado dejar atrás aunque hace más bien poco. La tristeza y el dolor me va a costar un poco más. Sentir y vivir todo esto es parte necesaria de este proceso para poder sanar y continuar mi camino. Ese camino ya no es el mismo de antes, he visto claramente cual tiene que ser y estoy comenzando a transitarlo. También he tenido la necesidad de contar el día a día de dicho camino; he iniciado un blog, muy personal, en el que escribo el primer diario que he iniciado en mi vida. Es anónimo en todos los sentidos y sólo unas pocas personas, de mi núcleo más próximo, saben que existe y que yo estoy detrás. De la escuela sólo 3 personas saben del mismo y entre ellas está [Nombre de mi ex-pareja], aunque ella lo sabe desde que comencé a escribirlo, a los pocos días de la separación, sin tenerlo en la red. No sé si sabe que yaestá online, hace casi 1 mes, nuestra comunicación se limita a las niñas (decisión de ella). Como que te he hablado de esta parte de mi te la presento:
diariodeuntrogloditaemocional.com
El motivo de este mail, además de contarte cómo estoy, es disculparme y darte las gracias. El primer día que me hablaste, con intimidad, de mi situación y me ofreciste ayuda también hiciste referencia a tu perdida. Sinceramente no se cual es tu perdida, tampoco te pido que me lo digas. Quiero disculparme, en ese momento no tuve la suficiente empatía para preguntarte o preocuparme. No es escusa pero si todavía estoy desubicado en ese momento estaba en Saturno como muy cerca, ahora comienzo a tomar tierra. También quiero darte las gracias por ofrecerte a estar, tanto ese día como hoy mismo y cada día que nos vemos con la mirada. Gracias de verdad, porque se que lo haces desde el corazón y con intención de ayudar o como poco de acompañar. En este sentido y aunque puede que no sea la persona adecuada, me ofrezco para como poco acompañar si lo necesitas, he descubierto que se me da bien escuchar, simplemente escuchar.
Volviendo a mi, todo ocurre por una razón y aunque veo la situación en la que [Nombre de mi ex-pareja] y yo estábamos no era buena, comienzo a entender la gran tristeza que ella a vivido durante tanto tiempo, creo sinceramente que si ella lo hubiese intentado las cosas podrían haber sido como tenían que ser. Esto me hace la separación mucho más dolorosa. También se que sin el golpe inicial, no la separación si no uno anterior, no habría sido capaz de quitarme la coraza que tenía puesta y que me impedía mostrarle mi amor. Dicha coraza la coloqué hace mucho tiempo para protegerme de una circunstancia de [Nombre de mi ex-pareja] y ya no retiré pensando que también protegía a las niñas; alguien tiene que estar sano y no puedo dejar que esto me afecte o me hunda, mucho menos que afecte a las niñas, eso me decía a mi mismo. También sé que sin el segundo golpe, la separación, no habría visto con tanta nitidez el camino que ahora se me abre e intentaré transitar, espero que hasta el final.
Si nuestra relación no funcionó fue cosa de dos y no soló de uno. Ambos hemos crecido de esta forma e intentando hacerlo de la mejor forma posible, con las herramientas y conocimientos que teníamos, hemos construido la relación que teníamos y hemos llegado a donde hemos llegado. Esto último lo he comprendido hace poco y me ha facilitado el quitarme la gran culpa que arrastraba desde que ella se fue. A día de hoy, casi tres meses, estoy más tranquilo. No puedo decir que no la añore, lo quiera o no la amo con todo mi corazón, más incluso de lo que yo mismo pensaba. La tengo presente cada día, por no decir cada hora, pero deseo que sea feliz y si ahora ha encontrado lo que tanto buscaba, sentir y amor, me alegro por ella. Por supuesto que me duele pero no puedo odiarla y probablemente tampoco me haría fácil cerrar esta etapa de mi vida de forma sana. Me es difícil «soltarla» y dejarme llevar porque la veo en mis hijas, la veo en cada rincón de la casa, muchas veces la espero encontrar en casa cuando regreso a ella y es muy duro no encontrarla. A día de hoy comienzo a entrar en un estado de rendición ante la situación y a partir de aquí, con mis días buenos y mis días malos, espero que todo comience a fluir a mi alrededor.
No se lo que me deparará el futuro y la verdad es que tampoco me importa, lo que venga lo tomaré a bien. Sé que llegaré todo lo lejos que pueda en esta etapa de crecimiento que he iniciado, aunque fuese a martillazos. Sé que esto será bueno para mi y de esa forma para los que me rodean, para lo más importante que son mis hijas.
Siento haber descargado todo esto sobre ti ya que inicialmente sólo quería darte las gracias y disculparme. Sé que estás y que, sea por aquí o físicamente, estarás en la medida de lo posible.
Bueno, no me quiero despedir de ti por lo que hasta el próximo encuentro, mail o presencial. Un beso [Su nombre].
Y hasta aquí el día de hoy. Me voy a leer y a descasar un poco. Buenas noches mis amores.