16 de Junio de 2019

08:28. Ayer me levanté mejor. Estaba con las niñas y nos íbamos a escalada. A primera hora recibí un audio suyo, imagino que recién levantada por su tono de voz. La verdad es que me sorprendió. El audio era para las niñas con los buenos días.

Las niñas han hecho grandes avances en escalada, la que más me sorprende es la pequeña. Se mueve con mucha agilidad, a su nivel claro está, colocando el cuerpo y los pies como una profesional pero de forma innata.

Después de salir hicimos el segundo desayuno y la avisé que estábamos de camino. Subí a casa de sus padres acompañándolas y ellos nos abrieron la puerta. Al poco rato llegó ella desde la azotea. Me obligué a mirarla. Sólo nos dijimos un adiós en la despedida. Ella respeta que yo no quiera comunicación cuando estamos juntos. Lloré al llegar al coche, camino a casa.

Al llegar hablamos por Whatssap, tuve que dejar la conversación. Salí a correr como un loco, a morir con muy poca distancia recorrida por el ritmo que me impuse.

La tarde transcurrió tranquila. Comí en casa de mi padres, cine, hablé con las niñas (tenían pijamada en casa de su hermana) y a casa. Quería haber hecho muchas cosas en casa pero no me encontraba con fuerzas.

12:29. Soñé con ella o más bien conmigo… era como un ritual. Estábamos todos los implicados en este proceso, incluso su terapeuta, aunque lo representé como una mujer. Realizábamos «un ritual» de avance en el que ella no participaba, estaba fuera y no le parecía bien lo que estaba ocurriendo.

En el ritual todos estábamos como en una fiesta, con una gran alegría. Formábamos un círculo y con unas grandes varillas, que sosteníamos verticalmente, nos pasábamos unos almohadones que representaban todos los hechos, sentimientos, acciones,… Todos quedaban colocados en el suelo, en el lugar que les correspondía y aceptados.

No recuerdo más pero me sentía bien, era como si celebrásemos el final del proceso.

Durante la mañana he tenido momentos complicados. He querido hablarle. A veces pienso que me veré como hace tanto tiempo, suplicándole. Hoy las estoy echando de menos a las tres con mucha intensidad, se me hace muy cuesta arriba el día. Me ha mandado una foto de las niñas en la playa y le he dado las gracias. Le he explicado lo mucho que hoy las echo de menos y le he pedido que les diese muchos besos de mi parte.

La foto me llegó cuando le escribía «la tarea» a la terapeuta que paso a transcribir aquí. La primera parte ya está escrita en el día en que describo la sesión, aún así la pongo aquí para tenerla completa.

«La sesión con la terapeuta ha sido reveladora como el resto. Es curioso comprobar como muchas veces conocemos las respuestas aunque no las veamos. No nos ha dado tiempo a trabajar los ejercicios y han sido dos horas (esto es lo que escribí en mi diario ese mismo día. Unos días después me di cuenta de que si que lo habíamos trabajado). Tras los diferentes ejercicios que hemos realizado o por donde nos ha ido llevado la terapia puedo extraer estas conclusiones principales:

  • La separación es lo mejor dada la situación en la que estábamos
  • Mi rol en la relación era el de cuidador
  • Teníamos una relación de codependencia. Ella dependía de mi en muchos aspectos y yo de ella en otros tantos. En este proceso fuimos cediendo en muchas cosas, renunciando a ser nosotros mismos, para poder continuar juntos.

Estas conclusiones no tienen que ver con si nos queremos o no, con si nos queríamos o no, Es lo que teníamos en la relación.

También analizamos cual era mi futuro, no mis planes, que poco me importan ahora, si no el camino que tengo por delante:

  • Sacar el dolor, la rabia, el enfado, entender cual era mi sitio en la relación, asumirlo y asumir mi responsabilidad en todo el proceso de la misma.

Todo esto se tiene que realizar sin pena. Es necesario poder verlo como mi propia responsabilidad y saber que de todo eso me llevo una maleta de aprendizaje. Todo este proceso no es para cambiar si no para progresar, para alcanzar al «yo» mejorado. Estando yo bien todo mi alrededor estará bien.

Por último tengo que saber que no es bueno focalizarme en mis hijas como objetivo de vida ya que ellas son capaces de sentir eso y les podría hacer perder su individualidad para cuidar de mi. Evidentemente siempre he tenido esto en cuenta, mi vida es mía y no de mis hijas, aunque sobra decir que en estos momentos han sido y son mi mayor soporte y fuente de alegrías, como lo serán durante toda mi vida. Mis hijas no son mi sostén, no es esa su finalidad en la vida, aunque puede que, llegado el momento, me tengan que cuidar pero de momento esa es mi función y la de su madre por su lado.»

A partir de aquí está la segunda parte del ejercicio.

Me siento bien con la terapia [Nombre de la Terapeuta], cada día que voy veo nuevas cosas, comprendo como estábamos, como estoy yo y como puede estar ella. Eso me ayuda, aunque me resulte doloroso. Soy consciente de que, perdona que te defina así, eres una herramienta necesaria a la que tendría que haber recurrido hace tiempo de haberlo visto. Estoy contento y creo que voy avanzando, tanto en mi crecimiento como en mi duelo, aunque a veces pienso que nunca va a terminar. Veo que no era una relación sana, no era Buen Amor (he devorado el libro de Joan Garriga), pero lo peor de todo es que creo que con el cambio que ella ha dado y con el que yo estoy dando las cosas podrían ser muy diferentes. Por desgracia también se que eso no es posible, ella me quiere pero no me ama y sin amor eso no es posible. Me duele cuando ella misma me ha dicho que esto «pasará y se transformará». Yo también creo que será así (no hay mal que 1000 años dure) pero no quiero dejar de amarla, me resulta muy complicado. También entiendo que no mando en mis sentimientos y que tendré que asumir que la amo, que no puedo estar con ella y que eso es lo mejor para ambos.

Hoy no estoy bien, llevo un par de días que no estoy bien. Dolor, pena y tristeza, ese ha ido siendo mi sentir estos últimos días. Ahora estoy en el trabajo (24 horas) y echo de menos a horrores a mis hijas y a ella. Justo me acaba de enviar una foto de las niñas en la playa, le he dado las gracias y le he pedido que les de muchos besos, que hoy las echo mucho de menos, no se si ella se da cuenta de que hablo de las tres. Ya no lo oculto. He sido injusto con ella en algunas conversaciones que hemos tenido y luego el he pedido disculpas, o directamente le he pedido dejar de hablar por ahí, cuando he sido yo mismo quien lo ha llevado por ahí. Me hace daño verla, ayer lloré después de verla unos segundos al entregarle a las niñas. Me hace daño pero deseo verla, deseo hablar con ella, deseo, deseo, deseo….

Vamos con al definición de mi mismo:

YO soy un Troglodita Emocional y eso me ha echo no darme cuenta de lo más evidente, lo que me gritaban y no veía. Yo soy muy activo y eso me hace darle prioridad a lo que estoy realizando aunque en realidad no tenga importancia. Yo soy muy mental lo que no me permite sentir las cosas. Yo soy inteligente y necesito comprender, esto es una desventaja en este momento que tengo que sentir. Me cuesta relacionarme con las personas no cercanas, no me permito abrirme y tener una relación normal y común. Soy muy exigente conmigo y con los demás, esto me produce problemas si las cosas no son como yo las pensaba (imagínate en esta situación y lo que eso me produce). Soy perfeccionista, más con los demás que conmigo ya que soy consciente de donde no soy bueno pero no consciente de lo que los demás no pueden, eso me hace exigir imposibles a los demás en ocasiones. Soy muy lógico, bueno para unas situaciones pero no aplicable en todas y la vida no es solo lógica. Soy materialista y aunque lo quiero cambiar, le doy importancia al dinero y a la gestión del mismo, a tener un colchón siempre por lo que pueda ocurrir. El dinero no es importante y se puede ser feliz sin el. Soy muy dado para las personas no cercanas y muy poco para las que me quieren, esto lo estoy intentando cambiar y creo que voy por buen camino, aunque sin que sea una obligación, lo que me apetezca hacer. Intento anticiparme a todas las situaciones y esto me hacía visualizar situaciones y conversaciones que nunca ocurrirán. Esto me condicionaba respecto a las personas, intento cortar esas visualizaciones, a veces con éxito otras no. Soy bueno en lo que inicio y me empeño, lo que desconozco lo aprendo y lo intento hacer de la mejor forma posible. Esto es muy bueno para mi trabajo y para el día a día, soy muy profesional y no dejo cabos sueltos. Esto me hace centrarme en cosas que a veces no son importantes y dejar de lado las del día a día que si lo son. Soy un animal de costumbres, que pensaba que controlaba las situaciones, esto hace que me cueste asumir los cambios y luche contra ellos. Soy buena persona en general, no soy generoso, no creo que ONGs ni en los que piden por la calle, pero no voy haciendo el mal, soy justo y lo intento ser en todos los aspectos de la vida. Muchas veces creo que soy demasiado justo, esto no me permite dejar nada mal para que otro lo arregle. Si me corresponde a mi lo hago, si le corresponde al otro, a veces se lo digo, a veces se lo dejo para que se ocupe más adelante.

Ahora respecto al pasado estoy roto pero veo que soy diferente. Me he quitado esa gran coraza y siento, a veces más de la cuenta. Imagino que es por el momento que estoy atravesando. No soy el mismo, no quiero ser el mismo, veo donde tenía carencias y las quiero cambiar, aquí tú formas partes de esto proceso y de esta intención. El no tener esa coraza hace que cada cosa que veo de ella, que hablo, de la que me doy cuenta me duela. Llevaba mucho tiempo sin permitirme sentir y esto hace que la ola me cubra, me sumerja y en ocasiones no me deje salir a la superficie. El viernes recurrí a mi hermano para hacer algo el sábado, textualmente (ya que no lo entendió en un principio) le dije «Necesito que me rescates de mi mismo», fuimos al cine por la tarde, aunque no pude compartir con él (también vino mi padre y no creo que él lo pueda entender o no lo quise compartir con él) si pude distraerme un rato. También me evado con el deporte, corriendo, que me cansa para dormir pronto y me obliga a comer más (estaba logrando recuperar peso pero parece que vuelvo a bajar). Quedaré la próxima semana con un conocido, un amigo. Es la expareja de la mejor amiga de [Su Nombre], él se ofreció ya que conoce muy bien estos procesos (sus palabras) y yo en ese momento le dije que recurriría a él cuando estuviese listo. No se si lo estoy pero si tengo necesidad de hablarlo o simplemente de hablar. En fin, que te dejo sin sesión el próximo día…

 

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