21:15. Día de contrastes. La mañana se me ha hecho muy cuesta arriba aquí en el trabajo. Realizo una especie de labor de emergencia. Esto supone que tengo carga de trabajo habitual por las mañanas y luego quedo a la espera de cubrir una emergencia real. Esta espera puede ser lo más duro ya que no me puedo mover del lugar y estas paredes se me pueden venir encima en algunos momentos. Hoy, sin embargo, me encontraba bastante decaído desde primera hora, sin necesidad de llegar a esas horas «muertas» de las tardes, si todo va bien.
Le envié un mensaje a mi hermana y me comentó que hoy estaba de tarde por lo que la llamé y le comenté como me encontraba «Días buenos, días malos,… ha pasado poco tiempo y todavía te queda mucho que soltar». Tiene razón, no la he soltado. He continuado enviándome los mensajes que le enviaría a ella. Esta mañana, todavía de madrugada, envié estos:
«Se que estás con él, que yo no soy nada para ti pero necesito que sepas que te quiero. Sí, te sigo queriendo y en muchos sentidos te espero.
El viernes firmaré un acuerdo que me aleja mucho más de ti. Te amo mi vida y creo que has cometido un gran error con unas consecuencias devastadoras, aunque sólo lo sean para mi y probablemente es mi problema el continuar pensando así.
Te quiero.»
Ahora, después de leerlo, no lo definiría como un error, lo cambiaría por has tomado un camino o una decisión, pero así fue como lo escribí originalmente.
Estos mensajes también se los envié a mi hermana y lo primero que me dijo fue que no esperase nada, que eso sólo era hacerme daño. «Sin querer ser cruel este proceso va a ser de años hermano, no esperes.»
Tiene razón pero eso es lo que siento y por donde me lleva mi estado de animo. No puedo negarlo, tengo que vivirlo para poder avanzar y dejarlo atrás.
También he hablado con la amiga de mi hermana. Contacté con ella preguntándole que tal estaba y también diciéndole que yo me encontraba un poco «choff». Me preguntó respecto a lo que me ocurría y lo que me rondaba por la cabeza. Le respondí que continuaba asimilando y que, posiblemente, se me estaba sumando la sesión de terapia de ayer. Ella reconoció que en efecto, después de una sesión de terapia el día de después era como de resaca. Una definición muy acertada desde mi punto de vista. También me «leyó» perfectamente sobre el camino que he iniciado y le dije que sí, que estaba ante un auténtico Troglodita Emocional, un troglodita que se había propuesto evolucionar. Me despedí con un «besote» y ella con «Otro besote para ti Troglodita». Me ha resultó muy graciosa su despedida.
El resto de la tarde la he pasado ocupado con el blog, imágenes, programación de publicacioens de entradas, promoción, etc, etc,. También he pensado mucho en las niñas, aunque esto lo he intentado evitar para no echarlas más de menos. Por suerte mañana volverán a estar conmigo.
Una vez di por terminado ese trabajo volví a contactar con esta chica. Le dije que la tarde había transcurrido con cierta normalidad. Respecto al troglodita también le dije que existía y que ella aparecería en este diario. Le pasé el enlace y le di las gracias por estar.
Pasado un rato me felicitó por este blog. Me dijo que era valiente por dar este paso de escribir al mundo lo que siento y lo que pienso. «Te ayudará y ayudarás a mucha gente. Eres un gran hombre, pocos dan este paso». Yo le comenté que no me sentía valiente, «la función principal del blog es permitirme sacar».
Continuamos compartiendo cosas que no puedo plasmar aquí ya que se trata de su intimidad y no son objeto de este blog.
Se despidió compartiendo el audio de una meditación e invitándome a escucharlo y dejarme levar. Muchas gracias, lo intentaré hacer esta noche.
He hablado con las niñas y han pasado un buen día. Mi hija pequeña «me ha llevado» a saludar a sus abuelos. Es curiosos que hablé más con sus padres que con ella. Es lo mejor, yo prefiero no verla, por eso mañana iré a primera hora a firmar el acuerdo y quedará a la espera de que ella lo firme para iniciar el proceso de la demanda de acuerdo.
Continúo con la descripción de mi sesión de terapia:
Después de eso me puso una lámina en las manos y un estuche con ceras. Me pidió que en una mitad de hoja dibujara mi relación pasada con ella y en la otra la actual.
Comencé por la actual. la tenía bien clara. Dibujé una línea de tierra y sobre ella dos ovoides, muy cerca pero dándose la espalda. Por encima una línea de cielo. [El dibujo no es lo mio por lo que no esperen mucho de mi en ese sentido]
En la otra escena también dibuje una línea de tierra con forma de colina. En lo alto de la colina un árbol y en la parte inferior un ovoide que me representaba a mi. Luego una línea de cielo y en ella otro ovoide que la representaba a ella. En ese momento sonreí al ver los dos dibujos.
La terapeuta me preguntó que representaban: «La relación actual somos ambos de espaldas, sin hablarnos. La relación pasada la representa a ella en lo etéreo y a mi en lo terrenal. He sonreído ya que me he dado cuenta de que nos he pintado más próximos en la relación actual que en la pasada«.
Eso justamente fue lo que me había dicho, hacía solo unos minutos, al escenificar con estatuas y «sentir» ambos lados de la relación actual.
Me invitó a desarrollar más eso de lo etéreo y terrenal. «Ella siempre ha estado en una búsqueda, con sus libros, su profundizar en temas más «mentales», mas de crecimiento personal. Incluso explorando otras religiones poco conocidas. yo sin embargo he sido el que estaba en lo terrenal, el día a día, los aspectos de la casa, el trabajo, etc, etc, etc».
Aquí ella me dijo que existían multitud de relaciones pero si estaban equilibradas y se aceptaba no tenían por que ir mal. En este punto le expliqué como repartíamos las tareas del hogar, del día a día. «Yo la compra, la comida, poner las lavadoras, el trabajo, llevar las niñas al cole… Ella traer a las niñas del cole, doblar y colocar la ropa limpia,..» Ahora veo que me faltó añadir, tal vez, ocuparse de las niñas. También que era yo quien las llevaba a las actividades la mayor parte de las veces y ella quien se ocupaba de todo en mis turnos de 24 horas,…
La terapeuta me dijo que se sorprendía de lo mucho que hacía y que le costaba explicarse porque aguanté tanto. Le comenté también lo que había dicho mi hija sobre la casa sucia. «¿Por qué estaba sucia?» Me preguntó. Yo fui sincero «Llegó un momento en el que pensé. Yo trabajo, me ocupo de esto y aquello, lo mínimo que puedes hacer es limpiar». Yo sólo limpiaba cuando la situación de las cosas era insostenible, vamos, que la mierda clamaba al cielo. De ahí «mi obsesión» y no dejar de hacer cosas de la casa durante mis turnos con las niñas. No estaba dispuesto a volver a eso y sabía que si yo lo hacía ella estaría «obligada» a hacerlo también.
No creo que esta fuese la razón pero pudo ser un componente más para que decidiera sacar a las niñas de casa y llevarlas a casa de sus padres. Ahí lo tiene todo hecho.
Ella me consultó si, mientras estábamos juntos, te había dicho el tema de la limpieza. Como con otras tantas cosas la respuesta fue no. De ahí esa gran lista de pendientes que tengo en casa. Cosas que no son importantes o urgentes pero que, además de ocuparme el tiempo, no estoy dispuesto a dejarlos pasar por más tiempo.
No se porqué o para qué aguanté tanto. Mis esperanzas de que estuviese bien y tener esa vida que siempre esperé a su lado. Ahí salió que podía existir una codependencia. Tendremos que profundizar en ello.
Por último realizamos un ejercicio de visualización en el que tenía que verla «de mi mismo tamaño», a mi mismo nivel. Ni más pequeña, como se sentía ella, ni más grande, como yo la vi en algunos momentos de ese ejercicio. Finalmente nos quedamos con un gran cuenco vacío que poder comenzar a llenar de nuevas vivencias. Antes de esto es necesario sacar toda el dolor y la rabia que aún tengo dentro, todo el enfado que todavía no se ha presentado. Dejar de preocuparme por ella y sacar el enfado.
Me dejó dos ejercicios para nuestra próximo cita. El primero lo termino ahora, describir la sesión. El segundo consiste en escribir una nueva carta, mucho más concreta que la anterior, en la que tengo que plasmar todos los reproches. Buff, será un ejercicio duro. Tengo tiempo todavía por lo que dejaré que duerma unos días.
Aquí lo dejo hoy. Buenas noches mis amores, que descansen niñas mías. En unas horas volveremos a estar juntos. Ya tengo pensadas las actividades de estos días, lo vamos a pasar genial. Una nueva primera vez para el sábado, tengo muchas ganas.