00:18. ¿Me aferro a lo material o es una escusa? La tarde ha sido buena hasta que hablando contigo, de buen rollo por mi parte, y me he dado cuenta de que los álbumes de las niñas no estaban. No me había dado cuenta, ni siquiera cuando moví la estantería a otra habitación, porque me resultaba inconcebible. Te lo he preguntado y me has dicho que sí, que había sido un regalo por el Día de la Madre.
Me encanta la fotografía, de forma amateur, y tengo a mis hijas retratadas en todas sus actividades, salidas, etc. Te expliqué que, en efecto, comenzó de esa forma, pero luego se convirtió en un regalo para las niñas. Son unos 6 álbumes, 3 de cada niña, donde está toda su vida, hasta hace un año y medio aproximadamente. Álbumes que quería y quiero seguir haciendo crecer, aunque ahora me digo que puede que ya no tenga sentido. Me respondiste que aunque los tuvieses tú las niñas no perderían el recuerdo.
Con esta respuesta me derrumbé y te lo repetí, esos álbumes ya se habían convertido en otra cosa, en algo que se podrían llevar en un futuro y que al tenerlos tú no me permitía continuarlos. Te disculpaste «Bueno, lo siento». Te contesté que no quería discutir contigo pero que igual no veías el vínculo. También te pregunte que era lo que «sentías» si habértelos llevado o que no pudiese continuar. La respuesta fue silencio, te dije que me quedaba claro.
Aproximadamente a la hora me respondiste que tampoco querías discutir. «Los quieres? Te los devuelvo». Para mi fue evidente que no entendías lo que te estaba diciendo, te contesté con un «Puedes hacer lo que consideres».
La realidad es que yo los puedo volver a comenzar, tengo todas las imágenes guardadas a falta de las ecografías, pero que te las llevases fue como robarme algo que tenía yo con las niñas. La realidad es que no es más que algo material.
No se si te los aceptaré mañana, si es que los traes. Ahora veo que es un cambio más para el que no estoy preparado. Algo que no esperaba, aunque te pueda parecer lo justo.
La sesión con la terapeuta ha sido dura, me ha dado un buen revolcón. Me ha hecho ver lo rota que estaba la relación y desde cuando. Mi rol era el de cuidador, que es lo que me han enseñado a ser. El rechazo que muestro hacía tu nuevo Tú es lo que te produce este rechazo hacía mi. Lo triste que has estado durante tanto tiempo. Soy consciente de que no te quiero «cuidar» más. Tú ya habías asumido mi rol, te considerabas una hija más y así me lo habías dicho en alguna ocasión.
Por otro lado y como ya dije también ayer, tus movimientos han sido «muy locos», sin base sobre la que afianzarlos. Durará lo que dure pero terminarás cayendo. Tantos años en «una burbuja» te deparan tener que tragar «mucha tierra» de aquí en adelante.
Me ha dicho que tengo que sentir para poder elaborar mi duelo. Tengo que dejar a las niñas «a un lado» y preocuparme por mi. Este proceso consiste en sentir, darte cuenta del sentimiento y luego elaborarlo mentalmente. Por desgracia esta sociedad nos lleva a hacerlo en sentido contrario y para colmo yo tengo un perfil metal predominante que procesa mucho más rápido de lo que es normal (le sorprende que no fuese diagnosticado como hiperactivo de pequeño). Evidentemente esto no juega a mi favor en este proceso y me dificulta «el cambio».
No está bien lo que siento pero me duele, me duele verte «bien» aunque sepa que no lo estás, que el espejismo, el cual considero estás viviendo, no sea conmigo. Me duele muchísimo. Me duele tu respuesta cuando te dije que estaba roto y todo lo que había perdido. «Pasará, irá a mejor». Creo que consideras que me has hecho un favor y lo peor de todo es que puede que tengas razón, pero duele y me llena de tristeza.
Me siento estúpido por continuar queriéndote con este panorama. Mi hermana me repite que los sentimientos son los que son y que es necesario aceptarlos para poder avanzar. Evidentemente te quiero y por esto mismo tengo que dejarte machar de mi corazón para poder avanzar.
Tengo mucho que asimilar y sólo ha pasado un mes con unos pocos días. Me lo dicen todos, incluso mi parte dominante mental, «tienes que soltar, ¿Acaso tienes otra opción?». Creo que no se como hacerlo.
Mañana tendré otra prueba de fuego. La terapeuta me ha dicho que tengo que mirarte como realmente eres ahora. No se si podré hacerlo cuando te estés llevando tus cosas. También te quieres llevar ropa de verano de las niñas. Mi hermana, aquí ha sido un poco extrema, «Para que tengas que comprar ropa tú que la compre ella» sin embargo, respecto a las fotos, le ha restado importancia «Vida nueva, álbumes nuevos». Creo que se contradice, le preguntaré mañana al respecto.
A mi me da igual dividir la ropa, después de todo va a estar entrando y saliendo de casa y prefiero que a las niñas no les falte si tú no puedes. Reconozco que por otro lado pienso un poco como mi hermana, supongo que se debe al enfado. No se que haré mañana como tampoco se que harás tú con las fotos.
Te he pedido que sólo suban tu hermana y tú. No quiero gente «danzando» por la casa y todo lo grande ya está en el garaje. Esto me ha hecho preguntarme si ese domingo que decidiste llevarte a las niñas también tuviste ayuda o te diste «mil viajes» para poder llevártelo todo. Bueno ¿Y qué importa, no?.
Se que mañana no terminarás de salir de esta casa, continuarán «apareciendo» cosas tuyas a medida que continúe limpiando y organizando. Te las iré devolviendo imagino. De verdad espero tener una buena relación contigo, creo que es una necesidad para mi, aunque tú no estás en ese camino por el momento. Ojalá que mañana no saltes por alguna tontería, ahora no acepto tus formas y eso, desde luego, no nos va a ayudar.
Estoy dolido por las fotos y te he retirado el acceso al banco de fotos del ordenador y a las copias de seguridad. En realidad no se si las quieres. Cuando te he retirado los permisos estaba muy dolido, «Ya tienes suficientes fotos de las niñas» me decía, Vuelvo a lo material pero siento que me has quitado tanto, y ahora no hablo de las fotos.
También te he dicho lo de la renovación del DNI de la pequeña y las tasas correspondientes, Te he aclarado que no quería atacarte con el tema del dinero ni utilizarlo como herramienta para hacerte daño, te pedía disculpas si había dado esa impresión. Lo que quiero es que asumas tu responsabilidad.
Eso es lo que te he dicho pero lo pienso ahora y veo lo que le dije a la Terapeuta, «quiero que se haga cargo de todo lo que sea a medias, ella me ha dicho que sí. Se que esa es su debilidad». Por lo tanto tengo que aceptarlo, si te estoy atacando, consciente o inconscientemente lo estoy haciendo. Tal vez es mi deseo de «hacerte bajar a tierra» y es la única forma que tengo.
He aprovechado la sesión para mostrarle este diario, físicamente, y los dibujos. Le ha gustado el trabajo pero continúa pensado que me escondo en el hacer para no sentir. No lo se, siento cuando lo traslado al blog, puede que no sea así como lo tengo que sentir.
Estoy perdido, solo y triste. Esa es mi realidad ahora mismo.
En casa, por la noche, hemos tenido un pequeña crisis con la pequeña. Se le ha roto un trabajo que había traído del cole y me ha costado mucho consolarla y que se calmara. Hemos quedado en volver a hacerla el domingo, parece que así se ha remediado un poco.
La mayor ha decidido dormir sola en su cama. Es la primera vez en el último mes y ocho días. Lo tomaré como una buena señal aunque me preocupa que sólo pueda hacerlo aquí y no en casa de tus padres.
Hace tiempo que veo que te trato en primera persona, te estoy hablando a ti. Tal vez no tenga sentido hacerlo así, por otro lado puede que sea la única forma de hablarte que tengo ahora mismo.
Me retiro a la cama. Buenas noches mis amores.