22 de Abril de 2019

07:08. Hoy me ha sido el despertador quien me ha hecho abrir los ojos. Lo esperaba ya que lo he puesto más temprano de la habitual en el trabajo. Además anoche me fui a la cama bastante tarde.

Ya me he afeitado, en principio para las niñas aunque mientras lo hacía pensaba en ti. Hoy nos veremos y no sé que sacaremos de esa reunión. Imagino que terminaremos de aclarar los términos de nuestra separación para el acuerdo judicial, la finalización de nuestra relación de pareja de hecho y poco más. Debería de ser rápido pero de verdad que no sé que esperar. Si me dices que no al 100% de la patria potestad creo que tendremos que recurrir a un proceso judicial y el resultado de eso puede ser imprevisible.

Además de irme tarde a la cama anoche me ha costado bastante dormirme. Si he soñado, no lo recuerdo. Ahora sólo espero que lleguen mis compañeros en un rato para poder salir de aquí, preparar un par de cosas en casa de mis padres e ir a hablar contigo.

Que triste me resulta vernos solo para este tipo de cosas y los pocos minutos de los fines de semana que coincidimos en casa para los cambios de turno. Es muy triste.

Ya te he preguntado por la noche de las niñas. Imagino que habrán dormido muy bien y estarán contentas de volver al cole. A ver si no se retrasan y son capaces de llegar a la hora.

Buenos días mis amores.

23:40. Ha sido un día intenso. He tenido tiempo de hacer la compra antes de vernos. Hoy les he preparado un puré de verduras a las niñas que les vendrá genial después de tantos días de salidas y fiestas.

A las 10:00 nos hemos visto junto al mar. Nada más sentarnos te pregunté si habías pensado sobre lo de la Patria Potestad. Me dijiste que sí, incluso que lo habías consultado con una Asistente Social y que no podías renunciar a tus hijas. Yo te dije que no quería ningún tipo de guerra contigo pero que lo tenía muy claro en este sentido. Me repetiste que legalmente no podías renunciar a ellas y me pediste que lo hablase con el abogado, que nos aconsejara. En este punto te respodí que si tenía a interponer una demanda no era lo más recomendable trabajar con el mismo abogado. Sin embargo lo llamé delante de ti, incluso grave la conversación y te la envié. Me comentó que sería complicado que un juez lo aceptara a partir de un acuerdo, que lo podíamos intentar pero si no existía una razón de peso como una incapacidad, drogadicción,… no sabía cual podía ser el resultado.

Aun con esta respuesta del abogado te dije que lo tenía claro, que podíamos llegar a un acuerdo cuando estuviésemos al mismo nivel en las aportaciones económicas. No quería depender de ti al 50% para temas económicos de las niñas si yo corría con todos los gastos de su manutención y la tuya mientras estabas en tu turno.

Aquí me dijiste que durante tu turno las podías llevar a casa de tus padres y solo volver a casa a dormir. Yo te comenté que inicialmente había accedido a este acuerdo de 2 días cada uno en mi casa, corriendo yo con todos los gastos, para evitar esa situación. Las niñas no tienen que salir de su entorno ni tampoco someterse a las normas de la casa de tus padres o de los míos. Te pregunté si estabas valorando esa opción en serio varias veces, ya que si eso era lo que me ibas a proponer pensé en solicitar el 100% de todo. Tu respuesta fue que no.

Me indicaste que esto era un chantaje a lo que te respondí que no. Inicialmente te había ofrecido correr yo con todos los gastos, como hasta ahora, incluso había pensado en no presionarte al respecto, pero con el paso de los días me preguntaba «¿Por qué le tengo que hacer ‘ese regalo’?». Te dije que las niñas también suponían una responsabilidad económica que tenías que asumir. «No te digo que hoy ni mañana ni en un año pero mientras no estemos igualados en ese sentido…»

Volviste a decirme que esta era mi forma de quitarte algo ya que era el que peor parado había salido. Que no querías una guerra conmigo ni una demanda. Te contesté que yo tampoco y te indiqué que incluso lo podríamos reflejar en el acuerdo.

Si hubiese querido hacerte daño habría ido a por todo desde el principio y como tú misma me dijiste, tendría muchas posibilidades al ser quien tiene trabajo estable, vivienda y tiempo gracias al trabajo a turnos. Te repetí que esa no era mi intención, por el bien de las niñas yo no podía quitarle a su madre, que no quería una guerra pero creía que no tenía otra alternativa.

Así como tú, llegado el momento lo tuviste claro y tu única alternativa fue terminar, yo lo tenía claro en este aspecto y mi única alternativa era ir a por ello y el camino era uno solo.

En este punto comenzamos a hablar de las aportaciones. Te dije que veía conveniente que comenzaras a aportar desde que tuvieses ingresos, por pequeños que fueran. Tu respuesta fue que visto lo visto sería lo mejor, además de tenerlo todo por escrito. Eso es lo que he pretendido desde el primer momento con el acuerdo, aunque no lo vieras necesario en un principio.

Finalmente me dijiste que buscarías el dinero para estar al 50%, que en el mundo de «Don Dinero» todo se reduce a eso y que en cierta forma yo me aprovechaba de eso. Lamento que lo vieses así pero tu misma lo dijiste «un alto precio». Tal vez te referías a estar separada de las niñas un par de días o al dolor inicial que podrías causar. Puede que no pensaras en que se extendiese hasta aquí, o tal vez no tan pronto.

Me preguntaste si estaría dispuesto a continuar negociando si comenzabas a aportar y cual sería la cantidad. Te respondí que sí pero que no estaba seguro de la cantidad que prefería hacer una media de los últimos meses y presentártela. Me doy cuenta de lo desconectada que estabas de estos aspectos terrenales y te lo pregunté para que ninguno tuviese sorpresas: «¿Consumos de la vivienda, comida, productos de la casa, colegio de las niñas,…?» También te dije que sería necesario incluir una cantidad para la ropa de las niñas y demás gastos como, por ejemplo, las actividades extraescolares de las niñas. Aquí me preguntaste si lo íbamos a medir todo «incluso las tiritas» y te respondía «¿50% no?».

Después de pensarlo en unos segundos me respondiste que era la justo y lógico, que eras consecuente con tus actos y les pedirías ayuda a tus padres y hermana. Que si hacía unos días te valía con cualquier trabajo desde este momento era ya con urgencia. Te recordé que teníamos la opción del acuerdo pero tú ya la tenías descartada por lo que sólo quedaba este camino.

Te sentiste aliviada al saber que estaba dispuesto a continuar negociando para llegar a un acuerdo.

Luego te expliqué el trámite para deshacer la pareja de hecho, con eso poco más nos quedaría por cerrar. Me dijiste que era muy triste.

Camino del coche comenzamos a hablar de nosotros. Te dije que aunque te quería sabía que no podíamos estar juntos, cada uno tenía que hacer su camino y estando juntos no era posible. Que consideraba que tú no lo estabas haciendo bien pero reconocía que ese era mi problema y no el tuyo. Me contestaste que de nada valía hacernos reproches, yo te respondí que lo único que te podía reprochar era que no le dieses una oportunidad a lo nuestro.

Me dijiste que durante años no hiciste otra cosa pero, que tal, vez no fuiste capaz de transmitírmelo para que me diese cuenta. Te contesté que eso podía ser cierto y que probablemente sin la separación no me habría dado cuenta de muchas cosas. Sin embargo, tú no le diste ninguna oportunidad cuando decidimos intentarlo, que ahí ya no te quedaba nada dentro y realmente no lo intentaste.

En este punto comenzaste a llorar. Te dije que lo entendía pero no por eso dejaba de dolerme, habría sido más fácil si tú hubieses faltado ya que no me estaría preguntado donde o con quien estabas, que estarías haciendo,…. En este punto sólo hablaba yo y te pedí que me dijeras algo, que me respondieras, que fueras sincera conmigo. Solo me dijiste que no me querías hacer daño.

Te dije que quería que fueses feliz y que aspiraba a ser tu amigo, me respondiste que tú también. Que no me respondías ya que era yo el que necesitaba sacar las cosas, <<vamos que estabas haciendo un favor por escucharme>>. Era evidente que querías irte, tenías mucho que hacer, «buscar trabajo» me dijiste. Puede que, en ese momento, el baño de realidad te estuviese superando.

Te dije adiós sin darte ni un beso, que estaríamos en contacto mediante la libreta de la cocina. Me fui a mi coche. Al momento apareciste, nos dimos un beso y nos abrazamos llorando por la ventanilla. Sonaba la canción «Suavemente» de Elvis Crespo.

 

Me dijiste entre lágrimas que no escuchara eso. Yo te besaba llorando y te dije que la había puesto después de «tu estupenda canción» para que la niñas me cubriesen de besos. Más lloramos los dos. Todavía abrazados te lo dije «Sé que tengo que dejarte marchar pero…» no podía terminar la frase. Rompimos el abrazo y nos fuimos sin decirnos nada más. Analizándolo ahora creo que es la primera vez que empatizas con mi dolor o tal vez te has dado cuenta de las consecuencias reales de esto.

Regresé a casa y me puse con la comida de las niñas. La tarde ha sido genial con ellas, buscarlas al cole, la piscina, biblioteca, diferentes gestiones y compras,… Luego de vuelta a casa a merendar, juego, el baño y por fin tu llamada. Las niñas te preguntaron sobre lo que habías hecho durante el día: «Ir a la capital, tu terapia quincenal y luego ver a tu hermana». No les dijiste nada más, imagino con quien estaría después. A las niñas les dijiste que no te gustaban las videollamadas, yo imagino que no las quieres confundir o que no te apetece responder preguntas incómodas. Sea cual sea la razón la respeto.

También pensé que no tubo que ser un trago fácil para ti hablar con tu padre y con tu hermana. Decirles que ibas a necesitar más ayuda económica. Esto, si fue lo que hiciste, tal vez quieras esperar a saber la cantidad exacta.

Te comenté las próximas citas médicas que he concertado para las niñas, para retomar las vacunas. Hasta ahora miraba para otro lado pero eso se terminó. Creo que hemos actuado de forma negligente. En principio iremos juntos, es lo justo y adecuado.

Puede que no esperarás mi firmeza de hoy, que tal vez esperabas otra reacción u otro final. ¿Yo también he cambiado? Según mi hermana comienzo a ser yo. También he hablado con ella de que ha tenido que ser un gran baño de realidad para ti, aunque esto es sólo una teoría.

Bueno ojalá todo valla a su lugar, todo te salga perfectamente y logres ese trabajo soñado. Por otro lado creo que no ves que ese trabajo te puede solucionar por un lado pero por otro te quitará tiempo de estar con las niñas. Bueno ese tampoco es mi problema.

Ya veremos como se resuelve. Me voy a la cama con las niñas.

Buenas noches mis amores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Diario de un Troglodita Emocional.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento: No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Ver
Privacidad