12 de Abril de 2019

17:37. Han sido días extraños. Ayer fue la mañana del teléfono. Se puso en contacto conmigo tu mejor amiga. Entre otras muchas cosas, después de casi 2 horas de conversación, coincidió conmigo y con el resto de personas, que no era normal tu «desapego» con las niñas.

Después de hablar con ella pensé en contactar con tu Psicólogo o tu hermana pero me dije que no tenía derecho a meterme. Sin embargo, terminé llamando a tu hermana. Ella me dijo que apenas sabía de ti pero que intentaría contactar contigo.

También aproveché para finalizar el borrador de nuestro acuerdo con el que poder darle forma juntos. Te lo envié a primera hora pero tu móvil no estuvo activo hasta bien entrada la tarde.

Este día comenzó mal, con un gesto feo por mi parte a nuestra hija pequeña el cual todavía no me perdono y lloro al recordarlo. Puede que fuese una tontería pero no lo fue para ella. Quería dejar algo que tenía en su manita dentro del coche, antes de salir caminando a la escuela, y yo quería que saliese porque bloqueábamos el paso a otro vehículo, al estar la puerta abierta. Finalmente, y de forma brusca, la saqué del coche y la dejé en la acera con un tono de voz enfadado, y lo estaba, aunque era contigo y no con ella. Nuestra pequeña «se arrugó toda» y cuando me di cuenta me arrodillé frente a ella y le pedí perdón. Ambos comenzamos a llorar abrazados en la acera. Ese fue mi peor momento del día. Las niñas no se merecen nada de esto por nuestra situación y yo no me pude contener.

Pasé la tarde con ellas, peinándolas y preparándolas para el ensayo de la mayor. Mientras ella ensayaba yo estuve con la pequeña en el parque y en otras partes de la ciudad. Por fin llegó el momento de ir a buscar a su hermana y por fin tú contactaste, el primer contacto del día (19:14). Te envíe unas fotos de las niñas peinadas y con el vestuario. Había pensando en enviárselas a tu padre, ya que tu móvil no estaba activo, pero me dije a mi mismo que eso te correspondía a ti y que si tú «no querías» pues no podía hacer mucho más.

Ya en casa te lo pregunté por Whatssap, si te valía sólo con un:

"Qué tal el día?"

Mensaje que me habías enviado y yo te respondí con un «bien, o tal vez quería hablar con ellas?». Por fin llamaste y pudieron hablar contigo. Luego hablamos nosotros y aunque inicialmente nos veremos mañana (hoy por la mañana), te lo dije. Las niñas no pueden pasar de 100 a 0 con su madre los días que están conmigo. Me respondiste que no querías afectarme ni interferir en mi creación de vínculos con las niñas. ¿¿¡¡Creación de vínculos!!??

¡¡Coño!! No te pido que estés aquí todo el día pero sí que las niñas sientan que tienen madre después de la crianza de apego que hemos practicado todos estos años. Respecto a lo de los vínculos prefiero ahorrarme los comentarios. Terminaste por decirme que esta situación también era nueva para ti y que podías haberte equivocado en ese aspecto, que te diese un margen de error. Yo continuaba pensando que estás en tu nube y que esa sólo era una escusa más.

Después de dormir a las niñas volví a hablar con mi hermana en busca de paz. No la encontré y la noche fue horrible.
 
Hoy por fin nos hemos vuelto a ver. Hemos hablado, llorado, reído y en algún momento discutido. Han sido casi 3 horas en las que te lo he contado todo, sin dejarme nada. Mis sentimientos, mi cambio, lo que sabía y lo que no, como me estaba afectando, etc, etc, etc, etc. ¡Qué grande podría haber sido nuestro amor de haber podido hablar de esta forma antes! ¡Qué triste es todo!.
 
Hoy me has vuelto ha decir que has cambiado, que ya no eres la misma, que estás decidida a tomar las riendas de tu vida,… me he alegrado de escucharlo y te he felicitado. Me has dicho que no tienes ninguna fijación con él, simplemente estás viviendo por fin y te apoyas en personas que te aportan. No hemos hablado de futuro ya que ambos sabemos que no podemos estar juntos. Cada uno tiene que hacer este camino por separado, sin interferencias del otro. Podríamos volver a lo que éramos y por el bien de las niñas ese no es el camino.
 
Me he marchado de tu lado contento y triste, triste porque te quiero y ya no estamos juntos, contento porque se que es a mejor. Tal vez este sea el punto en el que obtengo un poco de paz pero probablemente me quedan más días de rabia. Esto último no lo dudo, son parte del proceso y de esta evolución. Hoy creo que hemos vuelto a ser el súper equipo que ha criado a estas dos niñas maravillosas y que va a volver a continuar haciéndolo.
 
Te he dado las gracias y te he pedido perdón como había pensado. Ha sido el día en el que yo me he abierto y te he compartido mi interior. Espero que llegue el día en el que puedas hacer lo mismo conmigo y reconocer algunas de tus virtudes y errores. Te quiero mi vida pero te tengo que dejarte ir por mi bien y puede que por el tuyo.
 
23:51. La actuación de nuestra hija ha sido maravillosa y a nosotros nos ha sentado genial nuestra charla de esta mañana. Toda la familia, la tuya y la mía, se ha reunido para disfrutar de nuestra hija. Tal vez se dieron algunas situaciones tensas pero con tan poco tiempo de esta situación es normal.
 
Situaciones extrañas para nosotros, o al menos para mi, como estar sentados tan alejados. Son cosas que tendremos que ir puliendo o no, ya veremos como se van desarrollando los acontecimientos en este sentido.
 
Salí muy bien de la actuación pero ya a esta hora siento inseguridad y vuelve la sensación de perdida.
 
Durante la representación te pregunté sobre que ibas a realizar en Semana Santa con las niñas, o incluso mañana, y no sabías. Te comenté que a mi me gustaría llevarlas al cine, a lo que me respondiste que tú también. Y te lo dije, «mañana podría ser un buen día y podríamos hacerlo juntos», evidentemente si tú lo considerabas. Luego al hablar por Whatssap sobre las últimas noticias de baños, cena, etc, te lo volví a comentar ya en un tono más «es tu turno y tú decides… si mañana quieres compartir algo del día me avisas, si no ya las llamó yo durante el día».
 
Ahora mismo creo que no me avisarás ya que tú consideras que yo no soy capaz de separar, ya que tengo sentimientos hacia ti. Esto también lo hablamos por la mañana y te expliqué que conocía muy bien cual era mi esfera actual respecto a ti y que por otro lado, era consciente de que no podíamos estar juntos como pareja hasta que ambos hiciéramos nuestro camino y completásemos ese proceso, que se tenía que realizar sin el otro. Tenemos mucho que limpiar y sanar. Ambos hemos comenzado este camino con unas consecuencias dramáticas pero tiene que ser para mejor.
 
Espero que poco a poco se me alivie esta tremenda sensación de perdida que tanto me oprime. He perdido a la única persona que, estando bien o mal, tenía para hablar y compartir, he perdido a mi pareja, la que esperaba me viese pintar muchas más canas, he perdido a mis hijas por días, he perdido sus sonrisas, abrazos y besos que durante estos días han estado recubiertos de una inmensa calidez. También he perdido mi hogar y mi familia, ustedes tres juntas, que probablemente nunca pueda recuperar de la misma forma. Mis sentimientos hacia ti y esta sensación son una losa de la que ahora no me puedo desprender y creo que será imposible que lo logre algún día.
 
Sé en que esfera estoy pero como te dije, y me dio la impresión de que te sorprendió pero a la vez te agradó, «Sé cual es el camino que toca ahora pero si pudiese te soltaría un tremendo beso ahora mismo». Sin embargo toca soltar y dejarte ir. Mantenerte a mi lado como la madre de mis hijas y nada más. Como ambos nos dijimos, todo esto es muy triste.
 
Espero pasar buena noche, aunque lo que yo espere nada tiene que ver con como suceden las cosas. Eso lo he aprendido muy bien. Mañana a primera hora saldré a correr, a vaciarme físicamente de nuevo, a gritar en ese precioso mirador, a que mi tensión en la espalda vaya a peor, pero ahora mismo, junto a mi familia, es lo único que tengo de mi rutina anterior. Buenas noches mis amores.
 

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